Huellas de Quito
Bernardo Tobar Carrión
Quito, Ecuador
En pocos meses se hubiera celebrado una vez más, siguiendo varias décadas de tradición y siglos de mestizaje, la Feria de Toros de Jesús del Gran Poder. Este festejo, que ya no se va a poder, joder, fue elemento esencial de la identidad de la capital ecuatoriana, guste o no a sus detractores. Hoy el Quito que queremos es el que apenas podemos, una ciudad cuya mitad quiso mimetizarse con el verde predominante del urbanismo latinoamericano en boga. Es un verde de mentirijillas, de noveleros seducidos por la onda alternativa, de defensores de los animales que no han tenido jamás el privilegio de criar alguno, de mayorías dudosas que no toleran lo que no entienden y buscan imponer su credo a todos.