El cebiche de Assange
Hernán Pérez Loose
Guayaquil, Ecuador
Sería deseable que la próxima vez que le sirvan un cebiche a Assange alguien le recuerde que en Ecuador la actividad camaronera –de la que viven miles de familias y que hasta hace poco era la líder del mundo– ha entrado en una nueva crisis gracias, en parte, a su feliz idea de meterse en nuestra Embajada con la cantaleta de que lo perseguían para ejecutarlo y desde allí montar una campaña contra el gobierno estadounidense luego de haber divulgado correspondencia diplomática reservada. Un hecho –no debe olvidarse– que si lo hubiese cometido acá un ecuatoriano, estaría preso y probablemente sin posibilidad de comer cebiches.