Bernardo Tobar
Quito, Ecuador
Uno de los códigos implícitos de la corriente social es ese destino, esa cima cuyas coordenadas no se especifican pero que el inconsciente colectivo asume como un hito importante, al que la mayoría aspira en algún grado. Prepárate para que llegues lejos, muy arriba, le dicen los padres a sus hijos desde edad muy temprana; y así empieza una carrera, en lo más literal de la palabra, en una sucesión de peldaños y escaladas que nunca parecen suficientes, con una meta que luce clara, obvia: ser los primeros, llegar a lo alto, así, en minúscula. Los primeros en la clase, los primeros en la cola, los elegidos en la entrevista, los más populares en las fiestas, los más sobresalientes en el podio, los primeros… La educación se concentra en este paradigma, que se repite en la vida profesional. En el borde del arribismo.
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