
Por un Voto en Plancha
Quito, Ecuador
Hace algunos años oí la explicación del asambleísta Virgilio Hernández sobre la importancia de dejar atrás el Método D’Hondt y avanzar hacía uno más democrático, uno más proporcional. Muchos otros líderes de Alianza País en esa época celebraban con los rostros llenos de orgullo el fin de ese método de repartición de escaños con el cual la partidocracia no sólo se había repartido el país, sino que sirvió para prolongar, por más de 20 años, una dictadura de partidos políticos que impidió a las minorías de todo tipo ser representadas en los viejos congresos. Fue la era de la partidocracia en todo el sentido del término, una era que se sostenía en el Método D’Hondt.