
Adicción a la salud
Por Bernardo Tobar
Quito, Ecuador
No falta nada: zapatos especiales para enganchar los pedales, casco aerodinámico, pantaloneta elástica ceñida como segunda piel, guantes, gafas -casi un disfraz de superhéroe-, y lo último en bicicletas de montaña. Toda la parafernalia a punto para despeñarse en busca de aventura, sentir la adrenalina corriendo por las venas, las calorías quemándose en el abdomen, la grasa saliendo por los poros, las neuronas zangoloteando con los sacudones del camino, los dientes apretados para que no se aflojen las calzas. Una experiencia terapéutica, contra el estrés -la enfermedad de los aburridos-, para quebrar la rutina, y de paso las costillas.