Los cuatro delitos sexuales de los que se acusa a Assange

Anna Ardin y Sofia Wilen, en fotos de fecha indeterminada que cicrulan en internet. Las dos mujeres, suecas, acusan a Julian Assange, de delitos sexuales.

Copenhague, 22 ago (EFE).- El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, refugiado desde hace dos meses en la Embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, es sospechoso en este último país de cuatro delitos sexuales.

Los presuntos delitos afectan a dos mujeres con las que había mantenido relaciones sexuales consentidas, y fueron cometidos entre el 13 y el 18 de agosto de 2010, cuando estaba de visita en Suecia.

El principal es el de violación «en grado menor» de la joven SW (Sofia Welin), mientras dormía y con el agravante de que el sexo fue realizado sin preservativo, según la declaración de ésta recogida en la investigación preliminar de la Fiscalía sueca.

Julian Assange es sospechoso además de otros tres delitos contra AA (Anna Ardin): uno de coerción ilegal la noche del 13 al 14 por retenerla contra su voluntad usando la fuerza; y dos de acoso sexual esa misma noche y la del 18 por tener sexo sin preservativo y por frotar su miembro sexual erecto contra ella, según la denuncia.

La violación está castigada con penas de entre dos y seis años de cárcel, mientras que los otros delitos son penados con una multa o con prisión de hasta dos años, según las leyes suecas.

El «caso Assange» ha estado rodeado por la polémica, por los hechos y por el comportamiento de las denunciantes y la Fiscalía.

Julian Assange, que niega las acusaciones, viajó a Estocolmo invitado por varias organizaciones, como el colectivo cristiano del Partido Socialdemócrata sueco, cuya portavoz es Anna Ardin, que ejerció de jefa de prensa de Assange esos días y lo acogió además en su casa.

El fundador de WikiLeaks pronunció una conferencia para este colectivo el 14 de agosto, y allí conoció a Welin, que se había acreditado como fotógrafa para cubrir el evento.

Dos días después, viajaron en tren a la casa de Welin en Enköping, al oeste de Estocolmo, y allí pasaron la noche juntos.

Las dos jóvenes, que se habían conocido unos días antes, deciden acudir a una comisaría del centro de Estocolmo el día 20 y presentan una denuncia por violación y por acoso sexual.

Pero varios detalles de la denuncia plantean interrogantes, sobre todo los relacionados con Ardin.

Si había sido acosada por Assange el día 13, por qué vivió con ella una semana más y por qué escribió en su cuenta de Twitter que iba a ir con él a una fiesta al día siguiente o que era «asombroso» estar con la «gente más cool del mundo» dos días después. «Era evidente que había contado a sus amigos que ella y yo nos habíamos acostado, y más tarde supe que me había sacado una foto mientras yo dormía en su cama y que la colgó del muro de su página de Facebook», ha dicho Assange en una autobiografía no autorizada reseñada por el diario El País.

Los mensajes fueron borrados por Ardin tras presentar la denuncia, pero quedaron guardados en el «caché» de Google, un mecanismo de almacenamiento de información en internet.

Assange también describió cómo fue la primera noche que durmieron juntos: «No tenía motivos para desconfiar de ella, y ningún motivo para dudar de que, cuando ella me indicó que solo había una cama y que por su parte no había problema para que la compartiéramos, solo lo dijo como prueba de amistad y nada más. Fuera como fuese, le dije que muy bien, y esa noche compartimos la cama…»

Varios medios suecos han insinuado que Ardin pudo actuar por despecho tras recibir el día 18 una llamada de Welin a su casa y descubrir que Assange mantenía relaciones sexuales con otra joven.

Sobre la noche en la que tuvo relaciones sexuales con “W”, en Enkopping, una localidad a unos 70 kilómetros de Estocolmo, Assange contó que fue “divertida” y que a la mañana siguiente, la mujer lo llevó en bicicleta a la estación de tren. “Tuvo la amabilidad de comprarme el billete –mi tarjeta bancaria seguía sin funcionar, aunque debo admitir que suelo estar siempre sin un céntimo−, me dio un beso de despedida y me pidió que la telefoneara desde el tren”, afirmó Assange.

En su blog, cerrado tras la denuncia, Ardin había colgado lo que llamaba la «perfecta estrategia» para vengarse un hombre «infiel», lo que unido a su condición de «feminista radical», asumida por ella misma, podría alimentar esa hipótesis.

Ardin, que ejerce como periodista en el «Gotlands Folkblad», mantiene desde hace años vínculos con grupos anticastristas, lo que ha hecho surgir acusaciones por supuestos contactos con la CIA.

El proceso judicial no ha sido menos polémico: el día que se presentó la denuncia, la fiscal de guardia ordenó la detención en ausencia de Assange, una noticia que fue filtrada a las pocas horas a un diario sueco y que ella misma confirmó al periodista.

Menos de un día después, la fiscal jefe, Eva Finné, canceló la orden de arresto y limitó la investigación a un caso de acoso; pero una semana más tarde, la fiscal superior, Marianne Ny, reabrió el caso de violación sin explicar los motivos de su decisión.

Luego ordenó la detención de Assange, que ya se encontraba fuera de Suecia, y emitió una orden de arresto europea.

Tras varias apelaciones que sólo sirvieron para limitar a cuatro los delitos y rebajar el de violación a «grado menor», Assange fue detenido en Londres por la policía británica en diciembre de 2010.

En Gran Bretaña comenzó entonces un largo proceso judicial que culminó el pasado 14 de junio, cuando el Supremo británico rechazó su último recurso y reafirmó la extradición a Suecia. EFE

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