La joven Karina del Pozo, asesinada la madrugada del 20 de febrero de este año en el sector de LLano Chico, al nororiente de Quito, fue muerta a pedradas, según se ha confirmado hoy en el segundo día de la audiencia de juzgamiento contra los tres sospechosos, sus amigos, con quienes había compartido una fiesta horas antes.
Luis Figueroa, médico legista que realizó la autopsia de la joven, declaró que Karina murió por un traumatismo craneoencefálico grave que afectó huesos de la bóveda y la base del cráneo. La herida debió ser realizada con un objeto contundente y los golpes debieron producirse en repetidas ocasiones.
La fiscalía sostiene que el golpe se realizó con una piedra que fue encontrada en la quebrada y que presenta maculaciones de sangre que luego de los análisis se determinó que era la sangre de Karina.
El legista también dijo que los músculos y huesos del cuello estaban normales, es decir no presentaban golpes o fracturas, lo cual desdice de las versiones iniciales según las cuales, Manuel S. estranguló a Karina y posteriormente Geovany P. la golpeó con una piedra en la cabeza, mientras que José S. habría presenciado los hechos sin participar en ellos.
Karina del Pozo era modelo y tenía 20 años. La última vez que se las vio con vida fue la madrugada del 20 de febrero, cuando abandonó una fiesta las dos de la madrugada, en compañía de los cinco amigos, tres de los cuales son ahora acusados del crimen. La familia de la víctima pide la pena de 25 años.
Videos relacionados