Geofísico advierte posible reactivación rápida del Tungurahua

El Tungurahua, la noche del 27 de febrero de 2016. API / JUAN CEVALLOS.

Quito, 18 sep (EFE).- El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador advirtió hoy de una eventual reactivación eruptiva del volcán Tungurahua, en el centro andino del país, tras detectar varias señales que podrían ser premonitorias para tal fenómeno.

El aumento de la actividad sísmica y una ligera deformación en el borde del lado norte del cono cercano al cráter podrían ser premonitorias de una «erupción a corto plazo», en el lapso de «días a semanas», señala un informe especial del IG emitido hoy.

El Tungurahua, que está en un proceso de erupción desde 1999, intercala periodos de relativa calma con pulsos de gran actividad, el último de ellos entre febrero y marzo pasado, tras lo cual su intensidad se redujo a entre «baja» y «nula».

Esa relativa quietud del coloso se mantuvo hasta el pasado lunes, cuando se detectó un aumento de la actividad sísmica, especialmente de temblores leves de tipo «largo periodo» y de pequeños episodios de tremor, relacionados con el movimiento de fluidos en el interior de la montaña.

No obstante, hasta el momento el IG no ha detectado un aumento de las emisiones de dióxido de azufre (SO2), lo que indicaría, «posiblemente, un conducto cerrado al paso de los gases».

Con base en la información obtenida y «al tiempo de reposo que ha tenido el volcán hasta ahora (185 días), se estima que una reactivación del Tungurahua a corto plazo (días a semanas) es posible», recalca el informe.

El IG estima dos posibles escenarios sobre la evolución de la actividad en este volcán, la primera y «más probable» con una «reactivación rápida, de estilo vulcaniano, con una gran columna eruptiva y flujos piroclásticos», mezcla caliente de gases, ceniza y fragmentos de roca que desciende por los flancos del volcán a gran velocidad.

El segundo escenario prevé una «reactivación paulatina, de estilo estromboliano», por el Stromboli italiano, con rocas candentes expulsadas desde el cráter, «con explosiones moderadas y caídas de ceniza, principalmente».

No obstante, el Instituto aclaró que «las erupciones volcánicas son por naturaleza impredecibles» y dijo que, incluso, «los parámetros monitorizados en el volcán también pueden regresar al nivel de base sin que se produzca una erupción».

Por ello, aclaró que el objetivo de su informe es «prevenir oportunamente a las autoridades y a la población de la posibilidad de una erupción del Tungurahua a corto plazo (días a semanas)».

El Tungurahua, de 5.020 metros de altura y situado a unos 120 kilómetros al sur de Quito, forma parte del medio centenar de volcanes que posee Ecuador y junto al Cotopaxi, Reventador y Sangay, es de los más activos del país. EFE

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