El Gobierno de Australia dará a partir del 1 de julio una amnistía de armas de fuego de tres meses en un intento de prevenir su uso en actos terroristas, anunció hoy el ministro de Justicia, Michael Keenan.
La amnistía permitirá que los propietarios de estas armas ilegales puedan entregarlas o regularizarlas «sin preguntas, sin repercusiones».
«Vivimos tiempos en los que la seguridad nacional probablemente se ha deteriorado. Desafortunadamente hemos visto que se han usado armas ilegales en los ataques terroristas», dijo Keenan en una rueda de prensa.
Australia ha sufrido cinco atentados en los últimos tres años y, según Keenan, en la mayoría de ellos se utilizaron armas ilegales.
Entre ellos, el ministro señaló la toma con rehenes en una cafetería del centro de Sídney en 2014 en la que murieron dos civiles y el secuestrador, y el asesinato del contable de una comisaría de la ciudad por parte de un menor de 15 años en 2015.
Superado el período de amnistía la posesión de armas ilegales supondrá penas de prisión de hasta 14 años y multas de 280.000 dólares australianos (unos 212.347 dólares o 190.489 euros).
«Desafortunadamente los cálculos de Inteligencia indican que existe una gran cantidad de armas ilegales, probablemente unas 260.000 armas no registradas», explicó Keenan.
Se trata de la primera amnistía desde la masacre de 35 personas en la localidad turística de Port Arthur (Tasmania) en 1996, que motivó la compra de casi 700.0000 armas ilegales como parte de la Ley de Control de Armas decretada tras esa tragedia.
«Los estados de forma individual han implementado amnistías y hemos visto que han tenido éxito y se han entregado miles de armas, por lo que esperamos que esta amnistía nacional tenga los mismos resultados», precisó Keenan.EFE
(I)