El Gobierno de Ecuador analiza la decisión del presidente Donald Trump, anunciada el martes, de poner fin a un programa que protege contra la deportación a jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran menores de edad, la mayoría de América Latina.
Unos 800.000 jóvenes que se benefician de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA en inglés), consistente en un permiso de estadía y trabajo por dos años, renovable, quedarán gradualmente en un limbo jurídico con su derogación, si antes del 5 de marzo de 2018 el Congreso de ese país no aprueba una ley que contemple su situación.
«Sobre la reversión del DACA, realmente estamos haciendo un análisis, porque entendemos que no es retroactivo (…), lo que afectaría es a aquellos que estaban aplicando a esa medida«, señaló la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa.
Añadió que «es un tema que preocupa, por supuesto, porque afectará a nuestros connacionales en EE.UU., pero creo que es importante mantener un diálogo con las autoridades estadounidenses para garantizar los derechos de nuestros connocionales».
Espinosa recalcó que en temas migratorios «no tenemos coincidencias con la política estadounidense», por lo que la propuesta es tener un espacio de diálogo al respecto. «Nosotros somos un país que reivindica el derecho a la ciudadanía universal y la libre movilidad, y no ocurre lo mismo con EE.UU.», subrayó.
Las declaraciones de la funcionaria se dieron en el marco de la presentación de los logros y avances en la gestión del sector externo, conformado por el Ministerio de Comercio Exterior, Ministerio de Turismo y Ministerio de Cultura y Patrimonio. (I)
- Fuente El Telégrafo