Opinión

El hombre de los 40 millones (y que quiere 40 millones más)

Por Jorge Ortiz

Su carácter autoritario y mandón fue evidente desde sus primeras declaraciones: siempre creía tener toda la razón en todo, despreciaba las opiniones ajenas, se burlaba de cualquier criterio distinto del suyo y se refería con grosería y desprecio de quienes sostenían tesis que él no compartía. Se veía a sí mismo como sabio, infalible y hasta hermoso: la quintaesencia de la perfección. […]