Opinión

Otro Brasil

Joaquín Hernández Alvarado
Guayaquil, Ecuador

En algún momento, al caminar por las calles de Río a cualquier hora del día o de la noche, cerca de Ipanema o de Copacabana o al peregrinar por Santa Tereza o descubrir la bahía de Guanabara desde Niteroi, es imposible no sentirse llamado por una inquietud extraña, impulsado por un ritmo que tiene mucho de sabiduría vital y por ello de honda melancolía, de reconocimiento de lo humano. Es una especie de secreto gozoso que nunca puede ser descifrado del todo porque su magia consiste precisamente en su carácter de pendiente. Lo cantó hace décadas un notable músico, ilustre ensayista, cineasta y novelista brasileño, Chico Buarque de Hollanda: «Oh que será, qué será/ que andan suspirando por las alcobas/ que andan susurrando en versos y trovas/que andan descubriendo bajo las ropas/ que anda en las cabezas y anda en las bocas/que va encendiendo velas en callejones/que están hablando alto en los bodegones/ gritan en el mercado están con certeza/ es la naturaleza, será que será…» […]