Ecuador nunca se ha destacado en América Latina, por su modelo económico, su sistema democrático o su cultura política, pero en materia de diplomacia internacional siempre ha tenido un desempeño notable en la región.
Durante el último mes, una noticia importante en el ámbito internacional ha sido la petición de asilo por parte de Julian Assange, fundador de Wikileaks, al Estado ecuatoriano, consiguiendo en una primera instancia refugiarse en nuestra embajada en Londres. Con el paso de los días, el discurso repetido de la defensa de Assange, acogido enteramente por nuestro Presidente y su Canciller, ha sido algo así como: “Vamos a estudiar la petición de asilo de Assange porque tememos que se lo extradite a Suecia, para luego ser extraditado y ejecutado en Estados Unidos”. A pesar de que muchos han encontrado en aquellas palabras una verdad irrefutable -puesto que en Estados Unidos es legal la pena de muerte- considero menester hacer algunas puntualizaciones con respecto a la validez del argumento y su viabilidad legal.
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