 
		
					Siria se merece algo mejor
Quito, Ecuador
Analizar la situación de Siria no es nada fácil. La lucha entre la razón y el corazón calienta la pluma tornándola insostenible. La objetividad fácilmente se opaca con una niebla helada olor a muerte e impotencia. Nadie acierta la salida en un campo minado donde todos han contribuido a plantar violencia e intolerancia. Es que acaso la primavera Árabe solo nos anunciaba flores imperfectas o será como la canción de la Jurado que nos advierte: que jamás duró una flor dos primaveras.

 
	 
	 
	 
	 
	 
	 
	 
	