Otro abuso electoral
Guayaquil, Ecuador
Si las elecciones venezolanas las hubiese administrado una institución independiente, transparente y profesional, dirigida por personas sin ningún vínculo político partidista con el gobierno, seguramente ese uno y medio por ciento de diferencia que le habría dado la victoria a Maduro, hubiese sido aceptado pacíficamente por la oposición y el mundo entero. Después de todo, no habría sido la primera vez que una elección se decide con tan estrecho margen. Pero ese no es el caso de Venezuela ni de los países que siguen su modelo.
