BUENOS AIRES (AP) — Los hijos adoptivos de la dueña del grupo de medios argentino Clarín se presentaron el viernes en un hospital para someterse a la extracción de muestras biológicas requeridas por la justicia para determinar si fueron sustraídos a personas desaparecidas durante la última dictadura militar.
Marcela y Felipe Noble se presentaron en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que funciona en el Hospital Durand de esta capital para someterse de forma voluntaria a una extracción de sangre o saliva con el fin de que se determinen sus perfiles genéticos y éstos sean comparados con los de los familiares de desaparecidos conservados en dicho laboratorio, confirmó a AP su abogado, Alejandro Carrió.
Después de negarse a ello durante diez años, los jóvenes anunciaron la semana pasada su decisión de dar muestras biológicas. Ambos ingresaron a las instalaciones del hospital por una puerta que no es la entrada habitual, dijeron medios de prensa.
Carrió no pudo confirmar si la extracción de las muestras se produjo y estimó que los jóvenes permanecerían en el hospital unas horas.
La organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo, querellante en la causa judicial que busca determinar la identidad de los hermanos, sospecha que ambos podrían haber sido sustraídos por militares a desaparecidos en la última dictadura (1976-1983) y cedidos ilegalmente a la empresaria Ernestina Herrera de Noble.
Al decidir que iban a colaborar con la justicia, los Noble señalaron en un escrito presentado a la jueza Sandra Arroyo –quien había ordenado la extracción de sangre o saliva en diciembre– que se sentían acosados por la batalla judicial que se desencadenó por el esclarecimiento de sus identidades.
Arroyo ordenó que los hermanos se presentaran en el BNDG este viernes pero todavía no dispuso de qué manera se hará el entrecruzamiento con las muestras resguardadas allí.
La magistrada señaló que para ese último paso aguardará que instancias judiciales superiores resuelvan si la comparación del ADN de los Noble debe hacerse con un número determinado de familias, tal como dispuso la Cámara Nacional de Casación el 2 de junio, o con las 250 familias cuyo perfil biológico está conservado en el banco.
Las Abuelas de Plaza de Mayo han logrado identificar a 104 hijos de desaparecidos, muchos de los cuales fueron arrebatados a sus madres poco después de que éstas dieran a luz en centros ilegales de detención.
Organismos de derechos humanos denunciaron la desaparición de 30.000 personas durante el régimen de facto, aunque los registros oficiales sólo dan cuenta de 13.000 desapariciones.
En general los bebés eran entregados mayormente a militares, quienes los inscribían con su apellido. Según Abuelas unos 500 niños nacieron en cautiverio o fueron secuestrados con sus padres.
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