Strauss-Kahn sale en libertad

El ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn ha sido puesto en libertad sin fianza por el juez Michael Obus, del tribunal penal de Manhattan que juzga al político francés por una acusación de agresión sexual a una camarera de un lujoso hotel neoyorquino. La corte no ha devuelto el pasaporte a Strauss-Kahn debido a que la acusación no ha retirado los cargos, el caso se mantiene abierto y él, por lo tanto, no podrá dejar el país. Poco después de las 17.30, hora peninsular, el socialista galo ha abandonado el tribunal acompañado de su mujer, Anne Sinclair. El juez ha levantado el arresto domiciliario.

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional ha estado bajo arresto domiciliario con una fianza de un millón de dólares. El que sea liberado sin fianza es un indicio de que las acusaciones de agresión sexual son menos graves de lo que se creía. La medida llega después que una persona familiarizada con el caso le dijo a la AP que los fiscales tenían serias dudas en torno a la credibilidad de la mucama de hotel que acusó a Strauss-Kahn.

El diario The New York Times y la agencia Bloomberg aseguran que la defensa del político francés y la acusación pública negocian para retirar los cargos por delito grave. La fiscalía había anunciado horas antes que el defenestrado jefe del FMI comparecería hoy, a partir de las once y media de la mañana frente a la justicia estadounidense, sin añadir más detalles. Reportes provenientes de twitter dan cuenta que Strauss-Kahn ha llegado ya a la fiscalía.

Strauss-Kahn fue detenido el pasado 14 de mayo cuando iba a tomar un avión hacia París, acusado de agredir sexualmente a la camarera que limpiaba su habitación en el lujoso hotel Sofitel de Nueva York. La detención acabó súbitamente con la fulgurante carrera del considerado por entonces más firme candidato a derrotar a Nicolas Sarkozy en las próximas elecciones presidenciales francesas. En su última aparición, el 6 de junio, se declaró inocente del delito de violación que se le imputaba.

Durante estas semanas, los investigadores han hallado grandes lagunas que ponen en duda la credibilidad de la presunta víctima, una guineana de 32 años, según dos fuentes policiales citadas por The New York Times, según las cuales ha mentido repetidamente. Aunque las pruebas forenses muestran de forma inequívocas que hubo un encuentro sexual entre Strauss-Kahn y la mujer, los fiscales ahora dudan de la mayor parte del relato que hizo la camarera sobre las circunstancias del supuesto ataque y sobre su propia biografía, en especial sobre su solicitud de asilo. También han hallado vínculos entre la mujer y personas relacionadas con el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero.

Según el diario neoyorquino, el juez considerará en la vista de hoy relajar las condiciones de la dura fianza impuesta a Strauss-Kahn. De hecho, podría quedar en libertad provisional sin fianza. La fiscalía, según The New York Times, podría intentar todavía que el político se declarase culpable de una falta, pero sus abogados se opondrían. Aunque inicialmente el ministerio público había defendido la fortaleza de las pruebas y el testimonio de la víctima, hoy planean decir al juez que «tienen problemas con el caso», en base a los descubrimientos policiales. La camarera mantiene la versión de que fue agredida.

Las fuentes del diario aseguran que hay una conversación grabada, un día después de la denuncia, entre la camarera del Sofitel y un hombre en prisión, en la que la mujer discutía sobre los posibles beneficios de mantener los cargos contra Strauss-Kahn. Su interlocutor, según la policía, fue detenido por posesión de casi 200 kilogramos de marihuana, y está entre una serie de individuos que hace dos años hicieron múltiples depósitos en una cuenta bancaria de la presunta víctima desde distintas partes del país, hasta sumar unos 100.000 dólares (69.000 euros).

Las nuevas revelaciones en un caso que tuvo una repercusión mediática mundial apuntalarán la postura de los partidarios del político socialista, que se habían quejado por lo que consideraban un juicio apresurado por parte de las autoridades estadounidenses. Algunos incluso habían especulado sobre una trampa tendida por sus rivales políticos.

Antes de este giro en el caso, los abogados del exdirector del FMI ya habían anunciado en ocasiones anteriores que iban a centrarse en atacar la credibilidad de la parte acusadora, y habían adelantado como línea de defensa que las relaciones sexuales existieron, pero que fueron consentidas. También pretendían impugnar la legalidad del caso tras conocerse nuevos detalles sobre el arresto y la identificación de la víctima al presunto agresor, ya que la rueda de reconocimiento se produjo al día siguiente de los hechos, por lo que pudo haber visto fotos del exministro francés.

Strauss-Kahn, que renunció a su puesto como director gerente del FMI unos días después de su arresto, ha sido reemplazado por la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, que fue elegida esta misma semana como máxima representante de la institución.

Tras pasar varios días en prisión preventiva, Kahn fue puesto en libertad bajo fianza de un millón de dólares (690.535 euros), que debía pagar en efectivo, y de otros cinco millones de dólares (3,4 millones de euros), que debía depositar en un banco. Desde entonces, se encuentra bajo arresto domiciliario en un apartamento del lujoso barrio de Tribeca, en Manhattan, del que solo puede ausentarse para recibir atención médica y asistir a sus citas con la justicia neoyorqina. Además, está custodiado las 24 horas del día por guardias armados.

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