EEUU pone fin a prohibición de homosexuales en las Fuerzas Armadas

Foto de archivo de militares estadounidenses

El Pentágono puso este martes oficialmente fin a su política de 1993 que prohibía a soldados que se declararan homosexuales pertenecer al Ejército y que obligó a la expulsión de más de 13.000 miembros de las Fuerzas Armadas.

El presidente Barack Obama elogió la abolición de la política conocida como «no te preguntan, no lo digas» («Don’t ask, Don’t tell», DADT), al igual que líderes del Congreso y grupos cívicos.

«Hoy hemos dado otro gran paso para mantener a nuestras Fuerzas Armadas como las mejores del mundo y para cumplir los ideales fundacionales de nuestro país», dijo Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca desde la ONU, donde el mandatario participa en reuniones de alto nivel.

Obama rindió homenaje a los «patriotas» que lucharon por ese cambio, los legisladores que lo aprobaron en diciembre pasado, los líderes que organizaron una transición sin incidentes, y al «profesionalismo» de los soldados que demostraron su voluntad de avanzar como equipo «para cumplir las misiones que se les asignen».

Mientras, el secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo en una rueda de prensa que es «un día histórico para el Pentágono y para la nación» y, con la revocación de «DADT», EE.UU. se acerca más a la meta de «igualdad de oportunidades y dignidad para todos los estadounidenses».

Acompañado del jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, Panetta reiteró su compromiso de eliminar «todas las barreras» que afrontan quienes prestan servicio militar o buscan un ascenso según «sus talentos y capacidades».

El levantamiento de la prohibición supone un cambio sustancial en el Pentágono, después de la integración racial y la inclusión de las mujeres en las Fuerzas Armadas.

La medida «DADT», puesta en marcha durante la Presidencia de Bill Clinton, obligaba a los soldados homosexuales a llevar una «doble vida» y a vivir con el miedo a represalias o a arriesgar sus carreras debido a su orientación sexual.

Clinton apoyaba su inclusión en el Ejército pero, presionado por los sectores más conservadores, llegó a una política de término medio en la que ni los oficiales podían preguntar a los soldados su orientación sexual ni éstos podían revelarla. Sin embargo, si eran delatados, podían ser expulsados.

Ahora, sin temor, hombres y mujeres homosexuales en activo han salido a declarar su homosexualidad, y algunos de los expulsados preven alistarse de nuevo.

«Estoy increíblemente orgulloso de que finalmente cerramos el libro de DADT y lo ponemos donde pertenece: en el basurero de la Historia», dijo en el Capitolio el senador Mark Udall, acompañado de otros cuatro senadores demócratas y tres soldados homosexuales.

En declaraciones a Efe, la capitana Sarah Pezzat, una reservista de 31 años de la Marina de EE.UU., afirmó que no se arrepiente de declarar que es lesbiana, aunque dijo que espera «baches en el camino».

«La gente no está acostumbrada a ver estas cosas, pero los Marines somos fuertes, nos adaptamos, y lo vamos a superar», afirmó Pezzat, hija de padre mexicano.

EE.UU. se suma así a 35 países que permiten la inclusión de soldados homosexuales en sus ejércitos, incluyendo a aliados como el Reino Unido, Alemania, Francia, Australia e Israel.

El Congreso revocó la prohibición en diciembre pasado, y Obama la promulgó ese mismo mes, aunque hubo un período de transición para que el Pentágono certificara que esta no perjudicaría la capacidad militar del país.

En ese sentido, Panetta dijo que más del 97 % de los 2,3 millones de miembros de las Fuerzas Armadas de EE.UU. han recibido la debida preparación sobre la revocación de esta práctica.

Según el Instituto Williams, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), hay unos 70.500 homosexuales en las Fuerzas Armadas, sea en activo o retirados.

La siguiente batalla, tanto para los activistas como sus partidarios en el Congreso, será revocar la «Ley de Defensa del Matrimonio» (DOMA, por su sigla en inglés), que sólo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer.

Debido a esta ley y pese a que sacrifican sus vidas en defensa del país, los soldados homosexuales afrontan restricciones que les impiden recibir los mismos beneficios que obtienen sus pares heterosexuales, señalan los activistas.

Por ahora, los defensores de los homosexuales del país, como la Red de Defensa Legal para Soldados y la Campaña de Derechos Humanos, organizan actos para festejar lo que calificaron como una «victoria» en la lucha por la igualdad en Estados Unidos. EFE

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