Miles de jóvenes inauguran el Campus Party en Quito

Con sacos de dormir, maletas y computadoras, unos dos mil jóvenes sedientos de tecnología llegaron este miércoles al certamen tecnológico Campus Party provenientes de todo Ecuador y de países cercanos, probando un deseo irrefrenable de compartir conocimientos y ‘hobbies’ informáticos.

La Campus Party, que celebra su primera edición en Ecuador y es considerado uno de los mayores eventos tecnológicos del mundo, congregó hoy en Quito desde que se abrieron sus puertas a los bulliciosos ‘campuseros’, en su mayoría estudiantes de carreras tecnológicas, que pasarán 5 días acampados en una zona habilitada.

Talento, ganas de aprender y hacer contactos son el común denominador de estos amantes de los códigos binarios, la robótica y la era digital.

«Vine por el conocimiento que se pueda adquirir aquí, por las conferencias que van a dar y las mentes que se van a reunir. La tecnología, es lo de ahora, lo que mueve el mundo», resumió María Crespo, una estudiante de Ingeniería de Sistemas de 23 años que esperaba a la fila para entrar, donde la mayoría eran hombres.

«Quiero conocer a uno de mis más mayores ídolos, el ‘hacker’ Kevin Mitnick. Espero aprender mucho de él sobre seguridad informática», dijo por su parte Paulo Ernesto Díaz, llegado de Colombia con un grupo de 30 amigos.

Otros, como el futuro ingeniero de sistemas Fernando Bedoya, apostaron por el ocio para empezar. «Primero voy a sentarme aquí, jugar a videojuegos y a aprovechar el internet y las descargas», dijo.

Porque el Campus Party, creado en la ciudad española de Málaga hace quince años y con 31 ediciones alrededor del mundo, tiene la capacidad de ser un evento multitareas, donde tan pronto se puede participar en videojuegos en red, como asistir a conferencias magistrales o a talleres de toda índole, desde robótica a desarrollo de software.

También se pueden conocer a otros ‘geeks’ -del inglés, persona fascinada por la tecnología y la informática- y a empresas del ramo.

A sus 24 años, Jaime Zambrano, diseñador gráfico y realizador de un programa de radio pirata en internet, afirmó que aprovechará la muestra para buscar a compañeros para varios proyectos, como el desarrollo de «pequeños juegos», en los que necesita a un animador y un programador.

Equipado con un peculiar casco negro «para darle suerte» y rodeado de dos computadoras (una portátil y una de mesa), Zambrano espera conocer a gente con el que «llegar a un cambio o un trueque», y colaborar en proyectos mutuos.

El empresario Luis Barragán, de la empresa de software «I al cubo», espera encontrar hasta el domingo al programador ideal.

«Necesitamos gente, para eso venimos acá a ver si conseguimos unos cuantos buenos ingenieros que nos ayuden a desarrollar aplicaciones web para nuestros servicios», apuntó.

Campus Party también enfatiza la voluntad de Ecuador, uno de los países a la cola en acceso a internet en Latinoamérica, de situarse en el mapa mundial a nivel tecnológico.

«Dos mil ‘campuseros’ aprovecharán la más alta tecnología, en este espacio ideado para democratizar el acceso a la tecnología en Ecuador», explicó Eduardo Dousdebés, secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad de la Alcaldía de Quito, refiriéndose a los 3GB de conexión que se ofrecen en el certamen.

En este sentido, Pabló Antón, cofundador de Campus Party, destacó que «Ecuador es un sitio donde hay mucho talento y gente muy apasionada de la tecnología».

Los equipos y las instalaciones (guardarropas, cátering, carpas, zona de aseo y duchas), ubicados en un centro de convenciones de la localidad de Mitad del Mundo a tiro de piedra de la línea del Ecuador, estarán durante todo el día a disposición de los ‘campuseros’, que han pagado una cuota por participar.

«La zona de acampada está abierta las 24 horas, porque ellos tienen que trabajar. El evento dura 24 horas y ellos pueden entrar y salir cuando quieran, entrar a dormir en la tarde o la noche, según el evento que ellos quieran seguir y les apetezca», especificó Verónica Abril, una de las organizadoras.

De esta forma, el evento se dibuja como una especie de ‘non-stop party’ tecnológica, aunque con una sola condición: «Están totalmente prohibidos el alcohol y las drogas», puntualizó Abril. EFE

Más relacionadas