El Papa visita África occidental con propuesta para el continente

Feligreses católicos que sostenían paraguas con la imagen del papa Benedicto XVI lo recibieron el viernes en su segundo viaje a África, donde piensa esbozar el futuro de la Iglesia en el continente donde tiene el mayor número de fieles nuevos.

Incluso en Benin, el centro de la tradición del vudú, la cifra de católicos casi se ha duplicado en la última década, con más de medio millón de conversos en momentos en que el número de feligreses disminuye en Europa.

Varios cientos de mujeres hacían fila en la pista del aeropuerto a la espera de su llegada, portando vestidos con el rostro del pontífice impreso en ellos. Las integrantes de cada parroquia vestían un velo para el cabello de diferente color: azul, verde, rojo y amarillo.

Los fieles intentaban resguardarse del sol ardiente en una jornada con temperaturas de hasta 32 grados centígrados (90 grados Fahrenheit).

El primer viaje de Benedicto XVI a África hace dos años se vio opacado por sus controvertidos comentarios, cuando se granjeó críticas en este continente azotado por el sida tras decir que la distribución de condones estaba incrementando el problema.

En esta ocasión el Papa de 84 años espera presentar un documento sobre cómo puede emplearse la doctrina de la Iglesia para solucionar los males de África, texto que incluye ideas proporcionadas por los obispos locales.

«Que este documento caiga en la tierra, eche raíces, crezca y produzca muchos frutos», afirmó el pontífice a su llegada.

La guía está basada en parte en las 57 recomendaciones del sínodo de 2009 efectuado en la capital de Camerún, donde los obispos se reunieron para articular el papel de la Iglesia en África.

«La modernidad no debe provocar temor, pero tampoco se puede construir desatendiendo el pasado», señaló. «Necesita estar acompañada por la prudencia encaminada al bien común con el fin de evitar los peligros que existen en el continente africano y en otras partes».

Entre las recomendaciones en el documento está el «sacramento de la reconciliación», que utilizará las enseñanzas eclesiásticas del perdón como herramienta para intentar solucionar la violencia.

En partes remotas en el interior de África donde no hay tribunales ni polícia, con frecuencia las comunidades han creado sus propios rituales de reconciliación. Una de las propuestas que podría ser incluida en el documento papal es hacer un estudio profundo de estas prácticas con el fin de intentar aprender de ellas. AP

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