Bajo vigilancia policial y militar, la ciudad de Cajamarca, al noroeste de Perú, amaneció este lunes tranquila tras la declaración de estado de emergencia en cuatro provincias que vivieron doce días de protestas contra un proyecto minero.
Según informó la policía de esa ciudad, se reanudaron las actividades comerciales y las clases escolares en Cajamarca, al igual que el tránsito en las carreteras y los vuelos comerciales que estuvieron suspendidos cinco días.
Cajamarca militarizada
La ciudad fue tomada ayer por soldados del Ejército, que ha sido autorizado a intervenir en apoyo de la policía peruana para resguardar los «puntos críticos» vitales para el normal desarrollo de las actividades de la población.
El ministro del Interior, Óscar Valdés, declaró hoy a Radio Programas del Perú (RPP), tras hacer un recorrido por la ciudad de Cajamarca, que «la población está reiniciando sus actividades normales».
Valdés agregó que «el Gobierno ha hecho uso de una herramienta constitucional, que no debe alarmar a nadie», pues lo que persigue es «que Cajamarca esté libre de movilizaciones violentistas, que los negocios no se cierren y que los chicos puedan ir al colegio».
Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner, explicó hoy que «las Fuerzas Armadas en principio brindarán una colaboración en los lugares estratégicos de la ciudad, como puentes, carreteras y lugares de servicios públicos».
En tanto que «la Policía (estará en) el cuidado de la ciudadanía en lo que respecta al comercio, tránsito interno y todo lo que es la seguridad ciudadana», indicó Lerner en declaraciones a RPP.
El jefe del gabinete ministerial confió en que los dirigentes de la protesta antiminera decidan levantar el paro en las próximas horas y dar inicio a una mesa de trabajo para atender sus demandas. EFE
Foto: Agencia Andina