Chávez se carcajea por beso con Obama en campaña Benetton

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se carcajeó profusamente hoy cuando se vio a sí mismo besando cariñosamente a su par estadounidense, Barack Obama, en una polémica campaña publicitaria de la compañía italiana de ropa Benetton.

La firma lanzó a mediados de noviembre una impactante serie de fotomontajes mostrando a varios líderes mundiales antagónicos besándose en la boca, incluyendo al Papa Benedicto XVI besando a un imán.

«Yo ni he visto eso ¿Y cómo aparece Obama ahí? ¿Con los ojos cerrados? ¡Oye cómo nos ponen Obama, te das cuenta!», bromeó Chávez durante una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros transmitida en vivo por el canal estatal de televisión.

«Aaahhh, pero es un piquito, vale. Yo también cerré los ojos», agregó tras ver la imagen, mientras reía sonoramente. El líder socialista, quien buscará la reelección en los comicios de octubre del 2012 pese a estar recuperándose de cáncer, es conocido por su feroz discurso antiestadounidense y sus críticas al sistema capitalista.

«‘Pónganme con otro’, a lo mejor pensaría el presidente Obama (…) Estuve leyendo que esa empresa tenía una línea publicitaria que todos los años generaba polémica y bueno, lo consiguió», añadió Chávez, también célebre por sus constantes controversias con otros líderes mundiales.

En el pasado, la casa de ropa italiana ha lanzado otras campañas polémicas, como una que mostraba a unos afligidos padres junto a la cama de un hombre muriendo de sida.

Según Benetton, los montajes presentados este año forman parte de un proyecto para la Fundación Unhate (Fundación Sin Odio), que intenta promover la cultura de la tolerancia.

La Casa Blanca criticó el anuncio por usar la imagen del presidente Obama para fines comerciales, mientras que el Vaticano exigió que fuera removida la imagen del Papa Benedicto XVI.

«Yo le daría un reconocimiento al creativo, más bien. Creo que es un buen chiste. ¿Ponerse bravo uno por eso? ¡No! Se moriría uno bravo», continuó riéndose Chávez, mientras dirigía un mensaje a Benetton: «Espero, aunque sea, una corbatica de Navidad».

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