BEIJING (AP) — China ejecutó este jueves a un filipino acusado de traficar droga a pesar de una solicitud de clemencia hecha por el presidente de Filipinas.
Horas antes de ser ejecutado, al hombre de 35 años y quien no fue identificado, se le permitió reunirse brevemente con sus dos hermanos y dos primos que viajaron a la provincia sureña de Guangxi, informó a los reporteros el vicepresidente filipino Jejomar Binay desde Manila.
Después, el hombre fue llevado a una sala de la corte donde fue leída la sentencia y fue trasladado a la cámara de la muerte, localizada en Liuzhou, a unas dos horas de camino de la prisión, donde recibió la inyección letal, agregó el funcionario.
«El sujeto estaba muy calmado, pero su familia estaba llorando», dijo Binay. «A las 12:30 de la noche nuestro paisano fue ejecutado».
El hombre fue arrestado en 2008 en el Aeropuerto Internacional de Guilin cuando trataba de introducir 1,5 kilos (3,3 libras) de heroína y otras drogas proveniente de Malasia.
Hong Lei, vocero del Ministerio del Exterior de China, dijo que el caso fue manejado en apego a la ley que los países estuvieron en contacto al respecto.
Aunque China siguió adelante con la ejecución a pesar de una apelación de clemencia hecha por el presidente filipino Benigno Aquino III por razones humanitarias, las autoridades manifestaron que ellos respetan el sistema judicial chino y que la ejecución no dañará las relaciones bilaterales. Filipinas abolió la pena de muerte.
Sin embargo, una disputa territorial por el Mar del Sur de China, una zona potencialmente rica en gas, ha tensado los lazos entre ambos países.