Puñete en el Parlamento de Ucrania

Pese a la lluvia de huevos, la humareda y las imprecaciones que convirtieron esta mañana la sesión del parlamento de Ucrania en un tumulto, los diputados ratificaron el polémico acuerdo alcanzado la semana pasada por el presidente Viktor Yanukovich y su hómologo ruso, Dimitri Medvedev.

El documento establece una rebaja del 30% del precio del gas ruso (cuyas subidas derivaron en cortes de suministro en 2007 y 2009) a cambio de la permanencia de la flota rusa del mar Negro hasta 2042, es decir, 25 años más allá de 2017, el límite que establecía el acuerdo bilateral firmado en 1997.

La oposición considera que Yanukovich ha «vendido» la independencia de Ucrania y se manifiesta en estos momentos en torno al Parlamento (Rada Suprema), en cuyo interior se vivieron momentos inéditos en la historia del parlamentarismo, con bombas de humo, insultos y un presidente del hemiciclo, Vladimir Litvin, protegido por paraguas de los huevos que le arrojaban los diputados de la oposición.

Pese a todo el acuerdo fue ratificado por 236 votos, diez más que el mínimo necesario.

La permanencia de la flota rusa del Mar Negro en Ucrania hasta 2042 ha logrado unir al dúo enemistado que colideró la Revolucion Naranja (el ex presidente Viktor Yushchenko y la primera ministra Yulia Timoshenko), que se reunieron ayer por la noche para coordinar las protestas en las calles de Kiev.

Yanukovich ganó las elecciones del pasado 7 de febrero con la promesa de estrechar las relaciones con Rusia, prácticamente rotas tras la llegada al poder de Yushchenko, el líder nacionalista y descaradamente europeísta que lideró la protesta contra el fraude electoral de 2004 bautizada como Revolución Naranja.

Aquella manifestación puso contra las cuerdas a Yanukovich, su rival en las urnas, considerado entonces como una marioneta de Moscú, hasta el punto de que un desconocido lo derribó en plena campaña tras lanzarle un huevo a la cabeza. Docenas de huevos han volado contra su primera medida política, un acuerdo con Rusia que pone al descubierto la eterna división entre la Ucrania del Este y la nacionalista del Oeste.

Paralelamente la cámara baja del Parlamento ruso (Duma), copada por las fuerzas fieles al Kremlin, celebró la sesión de ratificación del acuerdo sin ningún incidente. Como dijo en una ocasión el presidente de la cámara, Boris Grizlov, «el Parlamento no es lugar para discusiones».

Dos parlamentarios ucranios se enzarzan en plena cámara durante la discusión. Reconocer al ruso como idioma oficial fue una de las promesas del actual presidente Viktor Ianukovitch .
El diputado de la oposición Mykola Petruk es atendido de las heridas sufridas durante la puñetiza..

Más relacionadas

1 Comment

Los comentarios están cerrados.