La misión humanitaria que mañana recogerá en algún lugar de la selva colombiana al periodista francés Roméo Langlois llegó este martes a Florencia, capital del sureño departamento de Caquetá, donde mañana será liberado por las FARC.
Langlois, quien fue secuestrado el 28 de abril cuando acompañaba a militares y policías en un operativo antidrogas durante el cual se toparon con una ofensiva guerrillera, viajará directamente a París, una vez sea liberado, según dijo a su llegada a Florencia la exsenadora Piedad Córdoba, integrante de la misión humanitaria.
La misión llegó a la capital de Caquetá en dos aparatos. En un helicóptero los representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organismo que lidera el operativo y a cuya cabeza está el español Jordi Raich, acompañado por el emisario del Gobierno francés, Jean-Baptiste Chauvin.
Y en un avión, que arribó a Florencia casi al mismo tiempo que el helicóptero del CICR, viajó Piedad Córdoba junto a algunos de sus compañeros del movimiento Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP).
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían solicitado que la misión humanitaria que recogerá mañana a Langlois estuviera formada por estas personas, incluido un enviado especial del presidente francés, Francois Hollande.
A su llegada al aeropuerto de la pequeña y aislada ciudad de Florencia, en el sur de Colombia, Piedad Córdoba, que ha actuado como mediadora en otras liberaciones anteriores de las FARC, indicó que la misión partirá «mañana temprano al sitio» desde Florencia, en alusión al lugar exacto donde la guerrilla les entregará al cautivo.
La exsenadora agregó que las coordenadas exactas del lugar donde se producirá la entrega las conocerán a las siete de la mañana (12h00 GMT).
Por su lado, Jordi Raich reafirmó lo dicho por Córdoba y agregó que el plan está saliendo de acuerdo a como estaba previsto.
«Debería ser un proceso muy rápido porque en lo que se refiere a medios logísticos está todo listo, como pueden ver», expresó el delegado del CICR a los periodistas que esperaba a la misión en el aeropuerto de Florencia. EFE