Los libios votan en comicios parlamentarios

Los libios comenzaron a votar el sábado en los primeros comicios parlamentarios en el país desde el derrocamiento el año pasado del dictador Moamar Gadafi, con júbilo por este importante paso hacia la democracia luego de décadas de una errática dictadura, pero también con llamados a boicot y violencia en el oriente del país.

La votación para elegir los 200 escaños de la legislatura se realiza en medio de intensas rivalidades regionales, tribales e ideológicas. Sin embargo, largas filas comenzaron a formarse en las afueras de los colegios electorales más de una hora antes de la apertura en Trípoli, la capital. Policías y soldados custodiaban los colegios, revisando a los votantes y a los trabajadores electorales.

«Tengo una sensación hermosa, aunque extraña, hoy», comentó el dentista Adam Thabet, mientras esperaba en las afueras de un colegio electoral en Trípoli. «Somos finalmente libres luego de años de miedo. Sabíamos que este día se acercaba, pero temíamos que se demorase».

Las elecciones para el Parlamento de 200 escaños, al que se encomendará la formación de un nuevo gobierno, son un hito importante después de una guerra civil que puso fin al régimen de Gadafi de cuatro décadas.

Pero el desértico país de seis millones de habitantes ha experimentado una transición azarosa desde que Gadafi fue muerto por los rebeldes en su ciudad natal de Sirte a fines de octubre. Las milicias armadas operan de manera independiente, se niegan a integrarse en un ejército nacional, y las profundas divisiones regionales y tribales derivan en violencia con frecuencia alarmante.

Los comicios en Libia son el fruto más reciente de las revueltas populares de la Primavera Árabe contra líderes autoritarios. Muy probablemente van a estar dominadas por islamistas de todas tendencias, como ha sucedido en comicios en Egipto y Túnez, que tuvieron sus propias rebeliones, aunque menos sangrientas.

En el oriente del país algunos residentes respaldaron un boicot a las elecciones y el sábado grupos de manifestantes incendiaron las urnas en 14 de 19 puestos electorales en la ciudad de Ajdabiya, dijo Ibrahim Fayed, ex comandante rebelde en el área.

En vísperas de la votación, pistoleros derribaron un helicóptero con material electoral cerca de la ciudad de Bengasi y mataron a un trabajador electoral que iba a bordo, dijo Saleh Darhoub, vocero del Consejo Nacional de Transición en el gobierno.

La violencia continuó el sábado cuando manifestantes atacaron centros de votación en las ciudades orientales de Ajdabiya, Brega y Ras Lanouf.

Nouri al-Abar, director de la comisión electoral, dijo a la prensa en Trípoli que el 94% de los centros de votación estaban abiertos, pero reconoció que «condiciones de seguridad» impidieron que las boletas llegaran a algunas áreas y que fueron destruidas en otros casos.

Hay cuatro contendientes importantes en las elecciones, desde un partido afiliado con la Hermandad Musulmana y otra coalición islamista, en un lado del espectro, hasta un partido secular encabezado por un ex primer ministro rebelde educado en Occidente.

Muchas personas en el oriente petrolero de Libia se sienten desairadas por las leyes electorales del consejo, basadas supuestamente en la población, que le asignan a esa región un tercio de los escaños legislativos, mientras el resto es para la zona occidental que comprende Trípoli y el sur desértico con escasas comunidades.

«No queremos que Trípoli gobierne toda Libia», dijo Fadlala Haroun, un ex comandante rebelde en la capital de la región oriental, Bengasi.

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