La hija del vicepresidente de Cuba desertó por amor

Glenda Murillo, la hija del vicepresidente de Cuba, Marino Murillo, que desertó a los Estados Unidos y hoy vive en Tampa, en la Florida, lo ha hecho por amor y no por razones políticas, ha declarado su tía, Idania Díaz, a El Nuevo Herald, de Miami.

Idania Díaz afirmó a El Nuevo Herald en una conversación telefónica que su sobrina había dejado Cuba y estaba viviendo con ella en Tampa para estar con su novio, al que se negó a identificar.

La muchacha, de 24 años, llegó a Estados Unidos cruzando la frontera de México por Texas. Ha sido acogida gracias a la política de no extraditar a los cubanos que hayan cruzado ya la frontera.

Según reporta el Herald, el padre de la chica se ha echado a llorar cuando supo que su hija había desertado. Murillo es un economista de 51 años, formado en la Universidad de la Defensa Nacional de Cuba, actual vicepresidente del gobernante Consejo de Estado de Cuba y miembro del poderoso Buró Político del Partido Comunista de la isla.

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1 Comment

  1. Sí claro, pero por qué hay que «desertar» , huir, meterse clandestino, para reunirse con un ser amado? Porque la revolución no se ocupa de esa nimiedades personales, las desprecia y las subordina a la voluntad del poder.

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