Obama y líderes republicanos anunciaron confianza en acuerdo fiscal

WASHINGTON (AP) — Dirigentes del Congreso expresaron el viernes su confianza en llegar a un acuerdo con el presidente Barack Obama para evitar la combinación de alzas de impuestos y recortes presupuestarios que podrían descarrilar la economía al cierre de este año.

Las declaraciones de las partes involucradas constituyeron una inusitada muestra de unidad que reflejó la importancia de lo que está en juego, en un país harto del estancamiento político.

«Creo que podemos lograr esto», dijo el republicano John Boehner, líder de la Cámara de Representantes, después del encuentro con Obama en la Casa Blanca, en el que participaron otros dirigentes legislativos.

Y en un hecho significativo, un tono similar se apreció en casi cada protagonista del dividido gobierno: el portavoz de Obama, Jay Carney; el principal republicano en el Senado, Mitch McConnell; la dirigente de la bancada demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría en la cámara alta, Harry Reid.

Aunque todas las partes buscaron tranquilizar a los consumidores estadounidenses, a los inversionistas nerviosos y a la patronal de que el país no caerá por el llamado «abismo fiscal» el 1 de enero, aportaron pocos detalles sobre cómo piensan evitarlo.

«Entendemos nuestra responsabilidad», dijo Pelosi. «Confío en que una solución esté a la vista».

Esa solución existe sólo en un sentido amplio. Los republicanos aceptan que cualquier acuerdo para reducir la deuda debe incluir ingresos por concepto de impuestos, y los demócratas reconocen que debe reducirse el gasto en varios programas que ayudan a millones de estadounidenses.

Cualquier solución podría llegar en dos etapas, con pasos actuales para evitar la crisis y promesas de una reforma fiscal amplia en 2013.

Ninguno de los legisladores mencionó uno de los principales puntos de discrepancia: La insistencia de Obama de que los impuestos deben subir al comienzo del año próximo para todos los individuos que ganan más de 200.000 dólares al año y para las familias que obtienen más de 250.000. Los republicanos han rechazado categóricamente esa propuesta.

De no haber un acuerdo, se aplicaría automáticamente una serie de aumentos en los impuestos para casi todos, junto con recortes indiscriminados al gasto. Las negociaciones han comenzado, y el trabajo de la Casa Blanca sobre este asunto quedará en manos de los colaboradores de Obama, quien viaja el sábado a Asia.

Obama hizo un llamado a la cooperación y a concesiones de parte de los líderes en el Congreso al decir el viernes que superar el abismo fiscal a final de este año es un «asunto urgente».

Obama habló al reunirse en la ronda inicial de negociaciones sobre el déficit, su primer encuentro desde las elecciones del 6 de noviembre.

El presidente insiste en que cualquier acuerdo debe incluir más impuestos al 2% de estadounidenses que ganan más. Líderes republicanos han prometido oponerse a aumentar la tasa al considerar que se perderían empleos, aunque han señalado que están abiertos a agregar ingresos a través de recortes a las deducciones y créditos.

Destacados economistas han advertido que la nación podría caer nuevamente en recesión si no se logra un acuerdo.

Entre los temas hay hasta dos reducciones fiscales que están por expirar y que se crearon en el gobierno de George W. Bush.

La Casa Blanca informó que el punto de inicio de Obama para las negociaciones es el presupuesto de febrero, combinado con 16.000 billones de dólares en nuevos ingresos para la siguiente década —principalmente obtenidos de estadounidenses acaudalados — y modestos recortes a los programas sociales. El plan del presidente promete 4.400 billones de dólares en reducción al déficit en los siguientes 10 años.

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El periodista de The Associated Press Jim Kuhnhenn colaboró con este despacho.

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