Nueva York renueva programa para ofrecer $100 a quien entregue un arma

Nueva York anunció este martes la renovación del programa «Dinero por Armas», con el que pretende retirar las armas ilegales de las calles de la ciudad ofreciendo 100 dólares a cada persona que entregue un arma a las autoridades.

«Aunque el control de armas es un tema federal, localmente podemos hacer cosas para eliminar las armas ilegales de nuestras calles que provoca la muerte de personas inocentes», afirmó ante la prensa el senador estatal por Nueva York Adriano Espaillat.

Funcionarios electos y líderes religiosos mostraron su apoyo a este programa y su solidaridad ante la tragedia humana sucedida el pasado viernes, cuando un joven mató a 26 personas, entre ellos 20 niños, en un tiroteo en una escuela de Connecticut.

Según explicaron, cualquier persona que tenga un arma, legal o ilegal, podrá acudir a un departamento de la Policía o a iglesias para entregarla de forma anónima y «sin preguntas» a cambio de 100 dólares.

Aunque este programa ya existía, la novedad es que se podrán recolectar las armas a través de las comunidades religiosas, para evitar la desconfianza o temor de los ciudadanos a la Policía, señaló el senador.

«Si se devuelve una sola arma, ya habremos ganado», añadió Espaillat.

Esta recolección en los 5 condados de la ciudad es la primera de una serie de acciones que se realizarán para frenar la proliferación de armas, que cada día provoca la muerte de 34 estadounidenses.

La Fiscalía General del vecino estado de Nueva Jersey también anunció hace cinco días un programa similar con el que los ciudadanos del condado de Camden podrían entregar de forma voluntaria armas y recibir hasta 250 dólares por cada una.

El concejal neoyorquino Ydanis Rodríguez señaló que, con más de 30.000 muertes por armas de fuego en EE.UU. en el último año, limitar la cantidad armas ilegales es una «verdadera necesidad».

«Estas armas son demasiado fáciles de adquirir y demasiado a menudo caen en las manos equivocadas, poniendo las vidas de nuestros hijos en riesgo», dijo Rodríguez, quien animó a los neoyorquinos a entregar sus pistolas y armas largas para «prevenir otra tragedia nacional».

Además, señaló que se debe prestar especial atención a las personas con enfermedades mentales, lo que resulta un peligro para el resto de ciudadanos.

Los funcionarios y líderes religiosos también reafirmaron su apoyo a la iniciativa de la senadora federal Kirsten Gillibrand para prevenir el tráfico de armas, un problema «importante» en Nueva York, donde el 85 % de las armas que se utilizan en los asesinatos provienen de fuera del estado.

Durante el acto se guardó un minuto de silencio en memoria de los asesinados en Connectictut, una tragedia «nacional» ante la que Washington debe tomar medidas de forma rápida, apuntaron. EFE

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