Maracaná listo para abrir sus puertas

SAO PAULO (AP) — Después de varios retrasos y polémicas, el legendario estadio Maracaná finalmente está listo para su reapertura en Río de Janeiro.

La sede de la final del Mundial de 2014, y de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016, albergará un partido de exhibición el sábado entre los Amigos de Ronaldo y los Amigos de Bebeto, que servirá como prueba —aunque con una asistencia limitada_antes de la Copa Confederaciones en junio.

Será el primer partido en el estadio desde que fue cerrado para obras de remodelación hace casi tres años.

El «Templo del Fútbol», como le dicen algunos, abrirá el sábado como una de las instalaciones deportivas más modernas en Brasil, pero las mejoras contaron con su buena cuota de críticas porque superaron su costo original y demoraron más de lo que se habían planificado. Además, hay quejas por los planes de privatizarlo.

Las demoras son parte de la razón de que el partido de la reapertura sea un encuentro amistoso entre los antiguos coequiperos Ronaldo y Bebeto, y de que sólo los obreros de la construcción y los invitados puedan asistir.

Las obras debían haberse completado en diciembre pasado, pero la necesidad de cambiar todo el techo obligó a prorrogarlas hasta 2013. El comité organizador de la Copa Mundial de 2014 fijó entonces el 15 de abril como fecha tope para todos los estadios donde se celebrará la Copa de las Confederaciones, de manera que pudieran albergar por lo menos tres juegos, pero el Maracaná también se voló esa fecha.

La FIFA informó después que aceptaría la realización de dos eventos de prueba en cada sede, pero el único partido con todas las de la ley planeado para el Maracaná será el juego amistoso Brasil-Inglaterra el 2 de junio. En el Maracaná se celebrarán tres partidos de la Copa Confederaciones, incluido el juego final el 30 de junio.

El costo de la renovación, casi 500 millones de dólares, también ha provocado críticas, especialmente porque el estadio fue sometido a grandes obras de mejoramiento antes de los Juegos Panamericanos de 2007.

Asimismo, se había remozado antes del primer Mundial de Clubes en 2000. Hubo versiones de que se necesitarían más cambios antes de los Juegos Olímpicos de 2016, pero el gobierno local ha desestimado un nuevo cierre de la sede para realizar tales obras.

Lo que ha generado más críticas es el plan de privatización del Maracaná, que dará al gobierno mucho menos dinero del invertido en el estadio, y que llevará a la demolición de un museo indígena, una escuela pública y algunas instalaciones deportivas en el área.

Funcionarios del gobierno han dicho que el museo no se usa ya, y que todos los edificios necesitan eliminarse para garantizar la modernización del estadio.

 

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