La canciller alemana, Angela Merkel, y su marido, Joachim Sauer, ofrecieron este miércoles una cena en homenaje al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a su esposa Michelle, con un menú de especialidades culinarias alemanas.
La cena, que se celebra en el Palacio de Charlottenburg, con asistencia de cerca de 200 invitados, es la despedida de la visita de los Obama ya que después abandonarán Berlín.
Entre los invitados estaba el baloncestista alemán Dirk Nowotzki, que estaba sentado en la misma mesa de los Obama.
En el brindis, Obama ratificó su admiración hacia Angela Merkel por su juventud sin libertades en la República Democrática de Alemania (RDA) y su papel como canciller.
«Es una inspiración para mí», subrayó antes de hacer votos por la amistad entre los Estados Unidos y Alemania, dos países «orgullosos de compartir la causa de la libertad».
Por su parte, Merkel recordó las tareas pendientes que deben abordar los gobiernos de los dos países, desde la regulación de los mercados financieros hasta la lucha contra la proliferación nuclear.
«Nuestra generación tiene también mucho por hacer», manifestó alzando su copa.
El menú, preparado por el cocinero berlinés Tim Raue, está compuesto por espárragos con limón, caviar de trucha alpina, bacalao, pepinos, puré de estragón, puré de patatas, remolacha y ensalada de manzana. De postre habrá un pastel de miel.
Raue, en declaraciones a la edición digital del diario «Bild», dijo que aunque era un honor cocinar para Obama, el encargo no le había provocado nerviosismo especial.
«Me esfuerzo igual si cocino para el presidente de Estados Unidos o para una asociación de fabricantes de ladrillos», dijo Raue.EFE