Bachelet propone una reforma educativa, reforma tributaria y nueva constitución

La presidenta de Chile Michell Bachelet. Foto de Archivo: La República.

Santiago de Chile, 13 ago (EFE).- La candidata presidencial chilena Michelle Bachelet defendió hoy que es necesario realizar grandes reformas para combatir la desigualdad y consideró «sexismo» centrar el debate en la confrontación con Evelyn Matthei, porque lo que está en juego, dijo, son dos proyectos distintos de país.

«Hay un cierto sexismo. Cuando dos mujeres van candidatas se dice que es una campaña de dos mujeres. ¿Alguna vez alguien ha dicho que hay una campaña de dos hombres? No», subrayó la exdirectora de ONU Mujeres en un encuentro en Santiago con corresponsales extranjeros.

«Cuando hay hombres de candidatos se discute lo trascendental y no lo circunstancial. Aquí hay una carrera -junto a otros candidatos también- de proyectos de país distintos», enfatizó la expresidenta (2006-2010), favorita en los sondeos de cara a las presidenciales del 17 de noviembre.

Según Bachelet, Matthei, de la coalición conservadora, propone «un proyecto país que quiere continuar» con la gestión del Gobierno de Sebastián Piñera, mientras que ella representa otro proyecto «que quiere cambios estructurales para enfrentar decididamente la desigualdad».

Esos grandes cambios se estructuran en tres ejes: una reforma educativa, una reforma tributaria y una nueva constitución.

Según la candidata de la coalición electoral Nueva Mayoría, la primera debe poner fin al lucro, terminar con la segregación social y permitir la gratuidad en un horizonte de seis años, demandas enarboladas por el movimiento estudiantil que eclosionó en 2011.

Tras haber mantenido un discurso muy crítico con el anterior mandato de Bachelet, parte de sus dirigentes, incluida Camila Vallejo, integran ahora esa Nueva Mayoría, que agrupa a partidos de centro e izquierda, desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista.

En tanto, la reforma tributaria debe permitir recaudar, cuando esté totalmente implementada en un plazo de cuatro años, unos 8.200 millones de dólares anuales para financiar, entre otras mejoras, esa reforma educativa.

Además, una nueva constitución terminaría con los «cerrojos» establecidos en la carta magna impuesta en 1980 por Augusto Pinochet que, según Bachelet, permiten que «las minorías veten a las mayorías», es decir, que los sectores más conservadores frenen ciertas reformas.

«Estamos viviendo un momento histórico», dijo la expresidenta socialista, que defendió que pueden llevar adelante estos cambios «con gobernabilidad y con responsabilidad» y recordó que ella y sus colaboradores estuvieron antes en la presidencia de Chile.

Bachelet señaló además que estas reformas se pueden sostener con un crecimiento económico que, según algunos economistas consultados por su equipo, podría rondar el 5 % en 2014 y un precio del cobre en niveles similares a los actuales (3,36 dólares por libra de media en lo que va de año).

Tras crecer un 5,9 % en 2011 y un 5,6 % en 2012, la economía chilena avanzó en el primer trimestre un 4,1 % y expertos consultados por el Banco Central proyectan una expansión del 4,3 % para 2013 y del 4,5 % para 2014, mientras el precio del cobre está lejos de los 3,99 dólares que promedió en 2011.

«Chile ha crecido, es cierto, pero ha crecido mucho por los vientos a favor del cobre. Aún Chile tiene que seguir mejorando fuertemente su productividad, su diversificación económica y resolver el tema de la energía», estimó Bachelet.

Respecto a grandes proyectos energéticos, como las represas de HidroAysén, o mineros, como el proyecto aurífero de Pascua Lama, que en Chile han generado mucha oposición por su impacto medioambiental, Bachelet defendió que su Gobierno creó una institucionalidad ambiental que antes no existía y que ésta es la que debe decidir si son viables o no.

Sobre política indígena, la expresidenta consideró que «fue un error que se aplicara la ley antiterrorista contra el pueblo mapuche» durante su Gobierno, práctica que se mantiene y que criticó recientemente el relator especial de Naciones Unidas Ben Emmerson en su visita a Chile.

Además, señaló que en la nueva carta magna quiere incorporar el reconocimiento institucional de los pueblos indígenas.

En materia internacional, Bachelet dijo que «Chile esperará con serenidad el fallo de La Haya» por la delimitación marítima con Perú, que se espera conocer a partir de septiembre.

Además, recordó que en su momento consideró «un error» que Bolivia presentara en ese mismo tribunal, el pasado abril, una demanda para obtener una salida soberana al mar, perdida contra Chile en la Guerra del Pacífico (1879-1883). EFE

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