Mes: septiembre 2013
Las elecciones en Australia, en la que es candidato Assange, serán el sábado
Obama: El mundo no puede permanecer en silencio ante ataque químico
Putin advierte no actuar unilateralmente en Siria
Correa dice que no ha mentido sobre Jaime Guevara
Ariel Castro, el secuestrador de Cleveland, se ha suicidado
Apología de los Estudiantes y de Jaime Guevara
Quito, Ecuador
Sin la intención de caer en el lugar común de usar frases y pensamientos de políticos del pasado para explicar el presente debo confesar que hace algunos años, cuando ingresé por primera vez al Salón Plenario del Palacio Legislativo de Quito, la frase de Juan Montalvo que se encuentra en el mural me removió la sangre: “Desgraciado del pueblo donde los jóvenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no hacen temblar al mundo”. Esas palabras, en lo alto de ‘La imagen de la patria’, una de las obras más grandiosas de Guayasamín, ese día me hicieron cobrar conciencia de mi papel de joven y estudiante. Una conciencia profundamente ligada con el Ecuador y su realidad.
Obama y Siria en manos del Congreso de EE. UU.
Guayaquil, Ecuador
La decisión de Obama puede explicarse, en parte, por la atmósfera de cansancio que hay en la sociedad estadounidense con respecto a guerras en el Medio Oriente. Y, en parte, porque si logra ahora el apoyo político para atacar a Siria, le será más fácil embarcar al Congreso más adelante cuando se trate de enfrentar a Irán. Algo que parece inevitable.
La excusa Siria
Joaquín Hernández
Guayaquil, Ecuador
No hacer nada en Siria por parte de las potencias occidentales parece ser hasta el momento la mejor solución para la crisis de la región. Siria es un problema y cualquiera que intente entenderlo en su complejidad corre el riesgo de quedar con las manos atadas. Parece que no hay más opciones que escoger entre George Bush II o Bachar al Asad. El presidente Obama no es ciertamente Bush II pero se ha convertido aparentemente en la sombra más allá de la cual no puede saltar.Y tampoco, hay que insistirlo, es Ronald Reagan que apoyó a Iraq, el de Sadan Hussein, en su guerra contra Iraq en 1986, pese a que había evidencias de que el primero de los países había utilizado armas químicas.
