El ministro coordinador de Seguridad, Homero Arellano, consideró este lunes que las relaciones de Ecuador con sus vecinos Colombia y Perú están en uno de sus mejores momentos y destacó los esfuerzos del Gobierno para construir lo que llamó una nación «de paz».
«Nuestras fronteras están completamente cerradas. No puede haber un mejor momento de las relaciones con nuestros hermanos países de Perú y Colombia, quizá es momento de reflexionar cuántos años perdimos en disputas territoriales«, dijo Arellano en entrevista con Efe.
Para el ministro, Ecuador y Perú -que durante varios años mantuvieron disputas territoriales por zonas fronterizas no delimitadas- mantienen ahora una relación que es «un ejemplo».
«Vamos por el séptimo gabinete binacional, en donde ya no es sólo las reuniones y cónclaves presidenciales, sino que cada ministro del gabinete tiene relaciones con su homólogo para revisar la agenda cumplida durante el año que se evalúa y sobre el siguiente que se traza», manifestó.
Para el funcionario, este tipo de «diplomacia directa», ayuda a las naciones pues «no se puede seguir haciendo desarrollo y progreso desde la sola óptica del país».
«Tenemos que hablar de una integración verdadera, pensar en la patria grande, en aquellas carencias de la ciudadanía que no son distintas en un país y otro», dijo.
Las relaciones con Colombia van «muy bien», comentó al detallar que han trazado una agenda «muy fuerte» en los pasos ilegales que se deben controlar, y «en la lucha contra ese cáncer que significa el tema de la minería ilegal, de la droga».
«Entendemos la realidad colombiana, somos muy solidarios a ella, acogemos con el mejor cariño a los refugiados, somos un ejemplo de acogimiento a personas que huyen de la violencia, y en esa línea nos estamos entendiendo muchísimo mejor con nuestros hermanos colombianos, quienes ven a Ecuador como país que los apoya», añadió.
Ecuador -dijo- se ha visto «privilegiado históricamente en no tener movimientos subversivos, siembra de coca, amapola, pero evidentemente, que no podemos estar inermes y somos permeables al tráfico de drogas, al contrabando de armas», situaciones que se combaten constantemente.
Fue enfático en subrayar que las políticas del país señalan que «una sociedad armada no es una sociedad más segura» y comentó que las Fuerzas Armadas y la Policía deEcuador están cada vez más presentes en la frontera tanto en tareas de seguridad como de desarrollo.
Consideró que es hora de meditar en los conceptos de defensa pues las Fuerzas Armadas tienen un rol fundamental en ese ámbito, pero también una participación en el desarrollo de los pueblos.
«Construir un país de paz significa construir seguridad en equipo, hacer de nuestras fronteras realmente las líneas de integración», indicó al asegurar que el Gobierno camina en esa línea.
Reiteró que hacer un territorio de paz significa «pensar y repensar en la gente más sencilla, en los más humildes, en la falta de conectividad, de video vigilancia, en la falta de la presencia del Estado en los territorios más alejados de las grandes ciudades y de las capitales».
Arellano, que inauguró hoy en Quito el I Encuentro Internacional de Seguridad Ciudadana, dijo que en temas de seguridad su país tiene índices que pueden «enorgullecer».
«El año anterior terminamos con una tasa de homicidios de 12,5 por cada cien mil habitantes. Hoy estamos en 8,5 y queremos seguirla bajando hasta convertirle a Ecuador en uno de los países donde el homicidio y el asesinato, que es una de las cifras duras, pueda bajar al mínimo de la expresión», dijo sin entrar en detalles.
Comentó que Ecuador está «bajo la media de los índices delictuales latinoamericanos», pero aseguró que eso no los satisface «de ninguna manera» porque la violencia y el sicariato «también están presentes en Ecuador».
Aseguró que el Estado está atacando esos males y ponderó la colaboración de la ciudadanía a la que, no obstante, pidió mayor apoyo y corresponsabilidad en los procesos. EFE
Vídeos relacionados