Descubiertas obras de grandes artistas en el tesoro de Múnich

Berlín, 5 nov (EFE).- La colección de más de 1.400 valiosos cuadros descubierta por las autoridades alemanas en un piso de Múnich en el marco de una investigación fiscal ocultaba inesperadas sorpresas para el mundo del arte, como obras nunca catalogadas y hasta ahora desconocidas de artistas como Marc Chagall y Otto Dix.

En una multitudinaria rueda de prensa, la Fiscalía de Augsburgo hizo públicos hoy los primeros datos oficiales de una operación mantenida en secreto durante más de un año, hasta que la revista Focus desveló este domingo los primeros detalles.

En el apartamento de Cornelius Gurlitt (79 años), hijo de un marchante bien relacionado con el mundo del arte durante el régimen nazi, se han encontrado 1.285 cuadros no enmarcados y 121 enmarcados de pintores mundialmente reconocidos.

El más antiguo está fechado en el siglo XVI y todos, al margen de la suciedad y el polvo, se encuentran en «muy buen estado», señaló el fiscal jefe de Augsburgo, Reinhard Memetz.

La valor del conjunto de la colección podría superar los 1.349 millones de dólares, pero una de la mayores sorpresa ha sido descubrir entre las obras cuadros de cuya existencia no había ninguna prueba documental.

Como ejemplos, la investigadora de la Universidad Libre de Berlín Meike Hoffman mostró durante la conferencia de prensa la imagen de una pintura alegórica de Chagall y un autorretrato de Otto Dix, ninguno de los dos catalogados.

Según explicó Hoffman, en la colección no hay sólo cuadros del denominado «arte degenerado» -las obras de los «clásicos modernos» confiscadas por los nazis a finales de los años treinta-, sino que también hay piezas de siglos anteriores, como varias representativas del XIX.

La operación que ha llevado a las autoridades hasta los cuadros, según el relato de la fiscalía, comenzó un 22 de septiembre de 2010, en un rutinario control de pasajeros en el tren rápido que une Múnich y Zúrich.

En ese tren viajaba Gurlitt, entonces de 76 años, y llevaba consigo 9.000 euros (12.149 dólares) en metálico, una cantidad permitida en aduanas pero que hizo sospechar a las autoridades alemanas, que iniciaron una investigación sobre una presunta evasión fiscal.

La fiscalía no ha desvelado detalles de la misma, pero sí que no fue hasta febrero del año pasado cuando se tuvo la autorización judicial para registrar el apartamento muniqués de Gurlitt y cuando se encontró la colección.

Durante la rueda de prensa, los investigadores mostraron imágenes de varias de las obras encontradas, como un aguafuerte de Canaletto con una vista de Padua o cuadros de Henri Matisse, Max Liebermann y Ernst Ludwig Kirchner.

Todas se encontraban arrumbadas en el piso junto a cuadros de Picasso, Marc, Nolde, Spitzweg, Renoir, Macke, Courbet o Beckmann.

Tanto las autoridades judiciales y policiales como los expertos en arte implicados en el caso subrayaron hoy la extrema dificultad de la investigación, ya que se trata de obras que desaparecieron hace más setenta años y que en ese periodo han podido pasar por diferentes manos.

La fiscalía avanzó que no tienen intención de mostrar en internet imágenes de todas las obras encontradas, pues a su juicio, hacerlo dificultaría aún más la investigación ante la previsible avalancha de reclamaciones de presuntos dueños de los cuadros, que podría perjudicar los intereses de los verdaderos propietarios.

Determinar la titularidad de los cuadros es -y será durante largo tiempo, según han dejado entrever los investigadores- el punto más delicado de toda la investigación.

El padre de Cornelius Gurlitt, Hildebrand, fue uno de los marchantes autorizados por el régimen nazi para vender las obras confiscadas de los museos y coleccionistas alemanes al ser consideradas «arte degenerado», epígrafe que incluyó a impresionistas, surrealistas, cubistas o expresionistas.

Si la familia guarda documentación que demuestre el pago al Reich por esas obras, como al parecer ocurre con algunos de los cuadros, será difícil que estas retornen a los museos en los que fueron expropiadas.

No obstante, muchos de los óleos, acuarelas y litografías encontradas no pueden enmarcarse en ese «arte degenerado» y se especula con que se trate de «arte robado» por los nazis, es decir, piezas confiscadas en las viviendas de los judíos deportados o con las que los perseguidos por el régimen de Adolf Hitler «pagaban» el permiso para salir del país.

Gurlitt sigue, por el momento, sin estar acusado de ningún delito y no hay ninguna orden de detención dictada contra él.

De hecho la fiscalía reconoció hoy que desconoce su paradero. No sabe ni si está vivo, subrayan los medios locales. EFE

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