La actividad del volcán Tungurahua sigue siendo «netamente explosiva», lo que genera columnas de ceniza que alcanzan entre dos y tres kilómetros de altura sobre el nivel del cráter, dijo este martes a Efe una fuente del Instituto Geofísico (IG).
La ceniza ha dañado 6.402 hectáreas de cultivos y ha afectado a 111.631 animales, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).
Poblaciones situadas en las inmediaciones del volcán, como Juive, Pondoa y Baños se vieron afectadas por la caída de ceniza, que viaja en dirección norte a merced del viento.
La nube de ceniza llegó hasta municipios como Patate, Guadalupe, Pelileo y a la ciudad de Ambato, 30 kilómetros al oeste del coloso.
La actividad del volcán, «alta y sostenida», incluye ruidos asociados del tipo de «cañonazos y bramidos» y, de forma esporádica, la «vibración de ventanales», indicó Silvia Vallejo, técnica del observatorio del volcán Tungurahua, dependiente del IG.
El coloso andino experimenta un nuevo episodio desde el pasado fin de semana con explosiones constantes y emisiones de ceniza que el lunes llegaron incluso a la capital, Quito, aunque de forma leve.
La caída de la ceniza volcánica ha afectado a cultivos y ganado en zonas cercanas y alejadas, por lo que técnicos del Magap inspeccionan desde el domingo regiones agrícolas de los cantones Azogues, Biblián, Cañar, Suscal y El Tambo, en la provincia de Cañar, al sur del Tungurahua, que fue también impactada por la caída del polvo volcánico.
Campos de maíz, pasto, hortalizas, frutales y animales sufren estragos debido a esta situación, indicó en un comunicado el Magap, que cifró en 6.402 las hectáreas que han quedado en mal estado.
Además, se ha contabilizado un total de 111.631 animales afectados entre bovinos, porcinos, aves y animales menores.
Según el ministerio no se han registrado muertes de animales, aunque la gobernadora (representante del Ejecutivo) en la provincia de Tungurahua, Lira Villalba, informó ayer que habían fallecido cinco vacas en la zona de la quebrada de Juive.
El Instituto Geofísico (IG) mantiene una estrecha vigilancia sobre el comportamiento de la montaña, cuyo proceso eruptivo inició en 1999 y que se ha caracterizado por intercalar pulsos de gran actividad con lapsos de relativa calma.
El Tungurahua, de 5.016 metros de altura, forma parte del más de medio centenar de volcanes con los que cuenta Ecuador y, junto al Reventador y el Sangay, consta entre los más activos del país. EFE