Oliver Stone carga contra la censura de China y pide el fin de tabúes

El director de cine estadounidense Oliver Stone, que participa en el Festival de Cine de Pekín, cargó este jueves contra la censura de China, que echó al traste tres de los proyectos que intentó hacer en el país asiático, y pidió a los filmes chinos que se atrevan a tratar tabúes como Mao o la Revolución Cultural.

Más respondón y activista que nunca, Stone comenzó su participación con una conferencia sobre las coproducciones cinematográficas chino-extranjeras diciendo que la mayoría de los filmes entre varios países «son una basura, con horrorosos diálogos, castings y actuaciones».

«Amo a los actores chinos, pero cuando intentan actuar en inglés es difícil para ellos porque no significa lo mismo (…). No cambiéis para convertiros en cine americano o comercial», dijo Stone, quien también habló sin pudor del problema de la censura en la industria cinematográfica china.

«Desde los años noventa he tratado tres veces hacer cine aquí, y las tres me he dado contra un muro», se quejó, y recordó, por ejemplo, que trató de contar en un filme la historia de una joven que en la época de la Revolución Cultural descubría el amor homosexual, «es decir, hablar de todo aquello de lo que huye China».

Y en 2008, se enfureció cuando le pidieron participar en un documental para los Juegos Olímpicos de Pekín que decidió confeccionar a base de cientos de retratos a ciudadanos de la capital, pero altos cargos chinos le pidieron que quitara ciertos rostros porque «no daban una buena imagen de China», lo que le hizo abandonar su participación en el comité organizador.

También se quejó de que Mao es deificado en decenas de películas chinas, pero que debería de ser hora de que en China se trate su papel en la catastrófica Revolución Cultural.

«Cuando se agiten las aguas de esa forma, eso sí será la base de una buena coproducción de verdad. Abríos a vuestro pasado», dijo Stone, quien dijo ser fan de las películas de kung fu chinas de los setenta y dijo que el cine del país ha perdido su espíritu original.

Stone se atrevió a lanzar todas estas críticas ante una audiencia en el que había altos funcionarios de la Administración Estatal de Prensa, Radio, Cine y Televisión, el principal órgano responsable de la censura, lo que no evitó que gran parte del público chino le aplaudiera y jaleara.

Cuando la moderadora de la conferencia, algo descolocada por las palabras del director de «Platoon» o «JFK», intentó hablar de ejemplos de coproducciones entre China y otros países, con bellos paisajes, Stone volvió a la carga.

«No me acabas de entender, no se trata de hacer películas turísticas, de postal, con niñas bonitas… Eso no nos interesa, queremos ver el sentimiento de verdad de China. Cosas como Mao, la Revolución Cultural, fueron enormes, y queréis proteger a la gente de su propia Historia», señaló el neoyorquino.

«Puedo entender que el país quiera protegerse del separatismo de uigures y tibetanos, yo no tocaría esos asuntos, pero sí la Historia, por Dios bendito… Es la esencia de esta nación, todo el siglo XX fue fascinante y no hay que huir de él», insistió Stone.

El director estadounidense también argumentó que en EEUU el cine ha criticado multitud de veces su propio sistema e Historia, como prueban muchas de sus películas o su reciente serie de documentales «La Historia no contada de los Estados Unidos».

El director de «Nixon», «Wall Street» o «World Trade Center» participó en la conferencia junto a otras estrellas como el director mexicano Alfonso Cuarón o el actor francés Jean Reno. EFE

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