Quino: «Me siento viviendo en un mundo que no entiendo»

Buenos Aires, 28 abr (EFE).- El dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, «Quino», el «padre» de Mafalda, aseguró hoy que se siente «torpe e inútil para interpretar el mundo» actual, pero que si Mafalda aún existiera «diría lo mismo que dijo siempre» porque las situaciones y problemáticas siguen siendo las mismas.

«Ahora estamos en una etapa de la cual yo me siento muy ajeno porque hay cosas que no entiendo», sostuvo Quino en una rueda de prensa en el marco de la 40° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, evento que lo tuvo como principal orador en la inauguración del pasado jueves.

«El bitcoin es algo que a mi me vuelve loco. ¿Cómo va a existir una moneda que se cotiza en bolsa y la gente invierte, compra y vende? ¡Y que no existe!», enfatizó el dibujante.

Además, el artista renegó de la tecnología que «ha cambiado muchísimo el mundo» a su entender «para peor» por «esto de estar todos tan comunicados y después, personalmente, no estar comunicados con nadie».

«¿El mundo hacia dónde va? No sé, es lo que uno se ha preguntado desde que nació. A uno no lo dejan ilusionarse con muchas cosas porque se da cuenta que seguimos cayendo en las mismas cosas siempre», reflexionó.

Comprometido con la actualidad, a sus 81 años, el creador de Mafalda desea que el mensaje que les llegue de su obra a las nuevas generaciones sea el que ha querido transmitir desde un principio: «a ver si los seres humanos nos entendemos mejor y nos dejamos de manejar tan mal el planeta».

De muy buen humor y sumamente amable con toda la prensa, Quino se mostró feliz de ser una de las figuras homenajeadas en la cuadragésima edición de la cita literaria más importante de Suramérica.

«Lo bueno que tiene la Feria del Libro es que uno conoce a la gente que lee lo que uno hace y charlar con los lectores siempre es muy bueno, porque sino el trabajo del dibujante es muy solitario», explicó el artista.

El padre de Mafalda dijo que desde chico se tomó el dibujo «como una religión ortodoxa» a la que le dedicaba todo su tiempo y que debido a eso le «pasaron por el costado muchas cosas buenas de la vida», de las que no se enteró por su «obsesión por los detalles».

«Inclusive toda mi adolescencia fue ausente de chicas. Me gustaba mirar a la mujer (para dibujarla), pero después era como Felipe: arrimarme a una era una cuestión complicadísima», recordó.

«No me la imagino», respondió Quino al ser interrogado cómo cree que sería hoy Mafalda, que el próximo septiembre cumplirá 50 años, y aseguró que no ha pensando en ella, ni en los demás personajes, desde que en 1973 dio por terminada la mítica historieta.

«Hay gente que se plantea si Susanita se hubiera casado con Felipe y ese tipo de cosas. A mí jamás se me ocurre porque no los siento como personas de verdad a mis personajes», confesó el caricaturista.

Quino afirmó que, aunque haya gente que se enoja cuando lo dice, siempre ha visto a sus creaciones como meros «dibujitos».

«Yo me comparo con un carpintero que le gusta trabajar la madera y entre los muebles que le salen habrá alguno que le gusta más que otro, pero a todos los quiere igual», explicó.

El dibujante contó que, ahora que ya no dibuja, no suele reflexionar sobre lo que ha hecho a lo largo de toda su carrera y al mirar hacia atrás, cuando ve su vasta producción, se pregunta «cómo pude dibujar tantas cosas».

«Es como si lo hubiera hecho otro», sostuvo. EFE

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