Al Asad recupera el control de Homs tras retirada de rebeldes

Beirut, 8 may (EFE).- El régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, recuperó hoy el control del casco antiguo de la ciudad de Homs, que hasta ahora había sido uno de los principales enclaves opositores, tras la retirada de los últimos rebeldes que quedaban en la zona.

La evacuación de los insurgentes se ha prolongado durante dos días y ha sido posible gracias a un acuerdo alcanzado por las dos partes.

La televisión oficial mostró imágenes de la bandera de Siria izada por las autoridades en la plaza central de la parte vieja de la población, ocupada ahora por los soldados.

El grueso de los combatientes, un total de 980, abandonaron ayer la localidad, mientras que el resto lo hicieron durante este jueves, aunque por el momento se desconoce la cifra exacta.

El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, dijo a Efe por teléfono que el número de insurgentes que salieron hoy podría oscilar entre los 300 y los 600.

En declaraciones a la televisión siria, el gobernador de Homs, Talal al Barazi, afirmó que esta jornada se marcharon de la parte antigua el 20 % del total de los insurgentes, sin dar más precisiones.

Los rebeldes han salido en autobuses, escoltados por la ONU y la policía siria, hacia la zona de Dar al Kabira, al norte de Homs, tal y como estipula el pacto, que fue firmado el pasado domingo con la presencia de miembros de Naciones Unidas y de la Embajada de Irán.

La Media Luna Roja siria ha tomado parte en la operación con el transporte de los heridos.

A cambio, los insurgentes han puesto en libertad a 71 prisioneros que habían capturado en pueblos de mayoría alauí, secta a la que pertenece el presidente Bachar al Asad, en las provincias de Latakia y Alepo, en el norte del país.

En febrero, ya hubo una tregua humanitaria, auspiciada por la ONU, para evacuar a unos 1.400 civiles -mujeres, niños y ancianos- del área, aunque después los choques se reanudaron, e incluso se habían recrudecido en el último mes.

Con la culminación del repliegue opositor y la entrada del ejército se pone fin a un asedio que ha durado más de veinte meses en el casco antiguo de Homs, uno de los símbolos del levantamiento contra el régimen de Al Asad, iniciado en marzo de 2011.

El implacable cerco de las fuerzas armadas había ocasionado un importante deterioro de la situación humanitaria por la escasez de alimentos y medicinas.

Los vídeos y fotografías publicados entre ayer y hoy por los opositores y los medios oficiales sirios muestran un área completamente devastada por los combates y bombardeos.

Las autoridades han explicado que el acuerdo de Homs se enmarca dentro del «proceso de reconciliación nacional».

Después de esta retirada, tan solo queda en la población un barrio en poder de los opositores, el de Uaer.

Mientras que por el momento la situación parece haberse pacificado en Homs, la mayor ciudad del norte del país, Alepo, fue escenario hoy de un atentado perpetrado en pleno casco antiguo.

Las cifras de víctimas son dispares: los rebeldes aseguraron que hubo al menos 50 soldados muertos, mientras el Observatorio Sirio de Derechos Humanos rebajó el número a catorce y los medios estatales únicamente hablaron de víctimas, en general, y de daños materiales.

El blanco del ataque fue una base de las fuerzas del régimen ubicada en el hotel Carlton, en el corazón de la localidad, que resultó completamente destruido.

El Frente Islámico, principal alianza opositora islamista, reivindicó el atentado en su cuenta de la red social Twitter.

Una fuente de esta organización en Alepo dijo a Efe, a través de internet, que los insurgentes colocaron 30 toneladas de explosivos en un túnel que cavaron por debajo del hotel.

La fuente detalló que el corredor mide 80 metros de longitud y que los rebeldes emplearon herramientas muy básicas para excavarlo, por lo que trabajaron muchos días para preparar el atentado, ya que avanzaban un metro cada jornada.

No es la primera vez que el hotel, próximo a la ciudadela de Alepo, es objetivo de un ataque, ya que en febrero sufrió un atentado similar, en el que perecieron cinco efectivos del régimen.

La agencia de noticias estatal Sana resaltó que la explosión originó daños en sitios históricos de la localidad.

La ciudad antigua de Alepo se encuentra en las listas del Patrimonio Mundial y del Patrimonio Amenazado de la Unesco, junto a otros lugares sirios, como los cascos viejos de Damasco y Bosra, Palmira, el Castillo de Saladino, el Crac de los Caballeros y las aldeas antiguas del norte del país. EFE

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