Indígenas cercan Congreso de Brasil en contra del Mundial

BRASILIA, Brasil (AP) — Manifestantes indígenas vestidos en indumentaria tradicional se enfrentaron el martes con la policía montada en la capital de Brasil, lo que derivó en que un agente quedara herido por una flecha y se cancelara una ceremonia para inaugurar la exhibición del trofeo de la Copa del Mundo.

Cerca de medio millar de líderes indígenas de cien etnias de todo Brasil -incluido el jefe indígena Raoni, de 84 años, gran defensor de la Amazonia- subieron al techo del Congreso en reclamo de políticas para sus pueblos.

«Subir al Congreso fue un acto de valor, muestra que somos guerreros y defendemos nuestros derechos«, dijo a la agencia AFP Tamalui Kuikuru, de la región del Xingú de Mato Grosso (centro oeste).

Los indígenas, que llegaron luciendo sus pinturas, plumas, arcos y flechas tradicionales, descendieron pacíficamente del techo del Congreso poco después, recorrieron la gran avenida donde se encuentran los ministerios y luego se sumaron a varios cientos de manifestantes antiCopa y del movimiento de los Sin Techo que marchaban hacia el estadio.

En enfrentamientos transmitidos en vivo por televisión, la policía antimotines lanzó gas lacrimógeno contra pequeños grupos de manifestantes a medida que se acercaban al nuevo estadio de Brasilia en el que se disputarán algunos partidos del Mundial. Fue posible ver a algunos de los inconformes que recogían las latas de gas y las arrojaban de nuevo contra los oficiales, junto con piedras y trozos de madera.

Algunos de los manifestantes llegaron armados con arcos y flechas, y lanzaron algunas contra la policía montada, una de las cuales alcanzó a un agente en una pierna. Fue necesario operarlo para extraérsela, informaron las autoridades.

Grupos activistas le dijeron al periódico Globo que cuando menos dos indígenas también resultaron heridos, aunque no está claro cómo ocurrió ni su estado de salud.

Los enfrentamientos, en los que participaron unos 300 manifestantes, concluyeron al anochecer. Pero la violencia obligó a las autoridades a cancelar una ceremonia frente al estadio de Brasilia en la que se iba a exhibir el trofeo de la Copa del Mundo.

Los activistas indígenas estaban allí para quejarse por una ley en el Congreso que amenaza con reducir el tamaño de algunas reservas para los grupos autóctonos.

Se les unieron otros pequeños grupos que protestan contra el hecho de que Brasil sea anfitrión del Mundial. Muchos brasileños están enfurecidos por los miles de millones de dólares que están siendo invertidos en el torneo, ya que consideran que ese dinero debería haber sido empleado en mejorar los deficientes servicios públicos del país.

Ha habido protestas casi a diario en Brasil en las semanas previas al Mundial, que comienza el 12 de junio. El año pasado, enormes manifestaciones antigubernamentales se llevaron a cabo en decenas de ciudades durante la Copa Confederaciones, un torneo considerado de preparación para la Copa del Mundo.

Las protestas recientes han sido de mucho menor tamaño que las del año pasado, en las que un total de un millón de personas salieron a las calles en varias partes de Brasil en una sola noche.

Más relacionadas