México (AP) — Al menos 28 cuerpos fueron exhumados de una fosa clandestina localizada en el sureste de México, en un estado que en los últimos años se ha visto afectado por la presencia del narcotráfico y ataques a migrantes.
La fosa fue localizada en un rancho del sur del estado de Veracruz, y aún se labora en la zona, informó en un comunicado el gobierno estatal, mientras que familiares de personas desaparecidas se acercaban el miércoles a las autoridades para averiguar si entre las víctimas se encontraría alguno de sus seres queridos.
El gobierno de Veracruz no abundó sobre cuánto tiempo tendrían de haber fallecido las víctimas y tampoco si tienen alguna idea sobre su identidad.
La fosa estaba en un rancho denominado El Diamante, en los límites de los municipios de Tres Valles y Cosamaloapan, a más de 400 kilómetros al sureste de la ciudad de México.
En el lugar, que es resguardado por marinos, laboran fiscales y peritos, refirió el gobierno estatal.
Policías estatales impedían la tarde del miércoles el acceso al rancho, localizado en una pequeña cima a la que se llega por un camino de terracería, y donde se observa una casa, ganado vacuno y árboles de mango.
El diario La Voz de la Cuenca, de circulación local, publicó el miércoles que elementos de la Marina patrullaban la zona y llegaron hasta el rancho tras ver zopilotes, aves de rapiña.
Algunas personas comenzaron a llegar a oficinas de la Procuraduría estatal en la localidad de Tres Valles y dijeron que buscaban información sobre familiares desaparecidos. Nadie quiso dar su nombre y algunos habitantes se limitaron a mencionar que ya se habían dado algunas desapariciones.
Apenas el lunes, en el municipio vecino de Cosamaloapan fueron encontrados siete miembros de una familia originaria de Tres Valles, según autoridades locales.
Veracruz se ha visto afectada por la presencia de grupos del narcotráfico, en particular del cartel de las drogas de Los Zetas.
También es un estado utilizado cada año por miles de migrantes centroamericanos que buscan cruzar México para llegar a Estados Unidos. En los últimos años se han reportado varios ataques, robos y secuestros.
En diversos estados del país se han localizado decenas de fosas clandestinas, varias de ellas con víctimas de los carteles de la droga, incluidos migrantes.
En 2010 fueron asesinados 72 migrantes en Tamaulipas, estado del noreste del país y fronterizo con Veracruz. Miembros de Los Zetas fueron culpados de los crímenes y varios de ellos capturados.
El norte del país es una de las zonas donde se han encontrado más fosas con decenas de muertos.