La muerte de siete jóvenes en la habitación de un motel en Santo Domingo, envenenados por el monóxido de carbono que emanó el vehículo que dejaron encendido en el garaje, ha puesto en escena una moda que crece entre los jóvenes del país: los «after party» entre amigos en estos sitios de encuentros sexuales, debido a los horarios obligatorios de cierre de las discotecas.
El hecho va creciendo debido a que los jóvenes buscan seguir la farra en otro lugar, pasadas las 02h00 de la madrugada, en que cierran los centros de diversión nocturnos. Los moteles pueden funcionar las 24 horas.
El Intendente de Policía de Santo Domingo Ariel Cedeño reveló que los «after party» en los moteles son una realidad. Y anunció que ha empezado controles en ciertas discotecas de la ciudad en donde se promueven estos actos posteriores a la fiesta cuyo horario está regulado.
Pablo Aguirre, jefe del Comando de la Policía de este cantón, declaró que «las fiestas prolongadas en los moteles es una actividad que se ha extendido».
“No se entiende cómo siete chicos ingresaron a una sola habitación”, explicó y admitió que esta es una práctica a nivel nacional.