China se suma a maniobras de EE.UU y sus adversarios del Pacífico

Washington, 26 jun (EFE).- China participa desde hoy por primera vez en las mayores maniobras navales del mundo, auspiciadas por Estados Unidos y que congregarán a Armadas del Pacífico que ven con recelos el emergente poder militar chino.

Los ejercicios militares Ring of the Pacific (Anillo del Pacífico) o RIMPAC 2014 congregan este año en aguas de Hawai (EE.UU.) hasta el 1 de agosto a 23 países, 47 navíos, 6 submarinos, 200 aviones y 25.000 soldados, que participarán en unas gigantescas maniobras pensadas para que las Armadas del Pacífico se conozcan mejor.

Y sin duda la mayor parte de las miradas estarán dirigidas a China, que por primera vez se integra en un grupo dominado por aliados estadounidenses como Japón, Corea del Sur y Filipinas, críticos con la presión expansiva china en aguas vecinas.

«Navegar en un grupo multinacional es una oportunidad fantástica para establecer relaciones de trabajo y personales con los marineros de Brunei, China y Singapur», explicó el capitán Patrick Kelly, comandante del crucero con misiles guiados USS Chosin, que navegó desde Guam a Pearl Harbor (Hawai) con los navíos de los tres países que participan por primera vez en el RIMPAC 2014.

China aporta al espectacular despliegue internacional el destructor chino Haikou, la fragata Yueyang, el navío hospital Peace Ark y un barco de apoyo logístico, mientras que el anfitrión ha movilizado al grupo de batalla del portaaviones Ronald Reagan y casi todo el plantel de su fuerza naval.

Según informó el Pentágono hoy, estas maniobras «son una oportunidad de entrenamiento que ayudará a los participantes a promover relaciones de cooperación que son fundamentales para la seguridad de líneas de transporte marítimo y en todos los océanos».

La participación de China se da en un momento en el que Estados Unidos intenta mejorar su coordinación y canales de comunicación con China, al tiempo que le urge a ser más transparente sobre su modernización militar, que preocupa especialmente a sus vecinos en Asia Oriental.

En 2012, China criticó a los ejercicios RIMPAC por ser un ensayo y una muestra de fuerza de Estados Unidos y sus aliados en el Océano Pacífico para contener la expansión naval china.

La extensión de una invitación ese año a Rusia enfadó especialmente a Pekín, que la consideró un intento de aislarles y darles un toque de atención.

En el otoño de ese mismo año, China se unió al reducido grupo de naciones que poseen un portaaviones en su arsenal naval, una muestra de las ambiciones marítimas del país asiático.

La participación de China este año intenta rebajar los recelos entre el Pentágono y el Ejército de Liberación Popular chino, que están en un delicado equilibrio ante los cada vez más frecuentes choques del gigante asiático con Japón.

Uno de los primeros ejemplos de la capacidad china de cooperar con otras naciones es la participación de la Armada de ese país en la misión multinacional contra la piratería en Somalia, que también demuestra las ambiciones de Pekín en el escenario internacional.

Las maniobras que comenzaron hoy en Hawai se centrarán en simular operaciones de rescate humanitario, seguridad marítima, así como coordinación ante la eventualidad de una batalla naval, detalló la Tercera Flota de la Armada estadounidense.

En los ejercicios participará también Japón, una potencia del Pacífico que mantiene tensas relaciones con China por disputas en el Mar de China Oriental y que desde hace un tiempo baraja un cambio en la Constitución para aumentar su poder militar, en el que por su carácter insular la fuerza naval tendrá un mayor rol.

Estas maniobras, en las que participan también Canadá, Chile, Colombia, Francia, India, Indonesia, Malasia, México, Holanda, Nueva Zelanda, Perú, Tailandia y Reino Unido, mantendrá de seguro pendientes a muchos comandantes de las capacidades de otros.

Japoneses y surcoreanos seguramente tendrán interés en conocer el equipamiento naval chino; mientras que los chinos en especial se interesarán por los destructores japoneses dotados de helicópteros, que en opinión de Pekín cada vez se parecen más a portaaviones, que los nipones no pueden tener desde la II Guerra Mundial.

Como dijo recientemente el Pentágono en su informe anual sobre China al Congreso: «Al tiempo que construimos unas relaciones militares más sólidas con China, seguiremos vigilando la estrategia china, su doctrina militar y su desarrollo». EFE

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