Río Janeiro, 14 jul (EFE).- Uno de los asuntos que marcó el espectáculo futbolístico de Brasil 2014 estuvo en la portería, en los arcos, donde actuaciones memorables despertaron el asombro y reivindicaron la relevancia de los porteros, entre los que despuntó, por encima del resto, el alemán Manuel Neuer, elegido el mejor del Mundial.
En la meta hubo un espectáculo añadido. Partidos marcados por las intervenciones de los guardianes de la portería, capaces de manejar e influir en el resultado. De dar un giro a un partido. De salvar a un equipo. De frustrar un triunfo.
La fase de grupos, especialmente, centró por momentos el brillo de la portería. Un puesto que, a veces, suele ser considerado relativo. Por la escasa participación. O por la distancia que separa a esa zona del juego.
El dinamismo y la búsqueda del triunfo que ha marcado el desempeño sobre el césped ha beneficiado al protagonismo en la portería, más frecuentada de lo tradicional. Más habitada.
Si Sudáfrica 2014 encumbró, sobre todo, al español Iker Casillas y al italiano Gianluigi Buffon como los amos del arco, Brasil 2014 supuso la certificación de Manuel Neuer como el mejor del mundo con un estilo distanciado de sus predecesores. Más completo.
Neuer ha sobresalido al resto. A todos. En un nivel de exigencia mayor el portero del Bayern Múnich ha encontrado el respaldo deseado en un escenario sin igual.
En Brasil 2014 los aciertos han prevalecido sobre los fallos, una circunstancia que suele condenar a este tipo de jugador. Pifias las hubo también. Y puede que el más señalado fuera precisamente Casillas, con sus errores ante Holanda. Quedó marcado también el ruso Igor Akinfeev, protagonista ante Corea del Sur de uno de los fallos de bulto del torneo.
El Mundial 2014, en cualquier caso, respaldó su papel. Neuer fue el mejor. Por encima de otros que se consolidaron en Brasil como el costarricense Keylor Navas, el argentino Sergio Romero, el argelino Rais M’Bolhi, el mexicano Guillermo Ochoa o el colombiano David Ospina, entre otros. La recompensa le llegó, también, al estadounidense Tim Howard, de 35 años y ya en el tramo final de su ciclo.
Neuer fue el mejor. Mas que por el carácter decisivo de sus actuaciones, que también las tuvo, por la nueva fisonomía que instaló en el concepto de portero.
El meta del Bayern resultó decisivo para su selección. Pero especialmente para su juego. Acomodó la concepción de líbero a la de meta bajo palos. Leyó el juego a la perfección. Anticipación, buen juego con el pie, reflejos y seguridad fueron alguna de las virtudes que paseó por los campos brasileños. Su encuentro ante Argelia destapó el cúmulo de sus virtudes. También ante Francia, evitó el empate, y después con Brasil.
Keylor Navas dio un paso al frente. Fue el artífice de que Costa Rica se consolidase como la revelación de la competición. Prolongó su espectacular campaña con el Levante en la Liga española en el Mundial. Un escaparate sin igual. Fue el héroe de Costa Rica, que salió airosa ante rivales como Italia, Uruguay o Inglaterra.
El argentino Sergio Romero, cuestionado en ocasiones, encontró su premio en la semifinal contra Holanda. Poco espectacular, brilló en la tanda de penaltis ante el cuadro de Louis Van Gaal para llevar a la final a Argentina veinticuatro años después.
Suplente en el Mónaco ha terminado por ser básico con Argentina. Ha ido de menos a más en el torneo.
El reconocimiento le llegó tardío al estadounidense Tim Howard auténtico líder del equipo de Jurgen Klinsmaan y culpable del largo trayecto en el Mundial de su selección. Fue en octavos donde el meta del Everton acaparó elogios de todas partes. En el choque ante Bélgica, donde sostuvo a su equipo. Realizó dieciséis paradas. Récord en Brasil 2014.
El guardameta de Argelia, Rais M’Bohli fue la revelación de la competición hasta que duró la aventura mundialista de su selección. Mantuvo en vilo al Mundial con su recital en los octavos de final contra Alemania. El equipo africano, que sobrepasó la fase de grupos, aguantó gracias al portero hasta la prórroga. El meta ofreció mil versiones de sus reflejos y colocación.
Además, destacó Guillermo Ochoa. Especialmente relevante en el partido contra Brasil, donde consiguió evitar la derrota de México. También ante Holanda, en octavos. Pero los dos goles que encajó en los cinco minutos finales, el segundo de penalti, echaron el cierre al periplo del ex portero del Ajaccio francés, aún sin destino.
El colombiano David Ospina mantuvo el nivel que ofreció su selección. Fue una de las buenas noticias de la presente edición y tuvo intervenciones sonoras hasta que en cuartos, ante Brasil, su equipo echó el cierre a la competición.
Sin embargo, Thibaut Courtois no dispuso del brillo esperado. Considerado uno de los mejores del mundo, el meta del Atlético Madrid no tuvo ocasión de marcar actuaciones definitivas. Estuvo al mismo nivel que el resto del equipo. Pasó por Brasil sin excesivo brillo, aunque tuvo momentos importantes con Bélgica, especialmente en la fase de grupos. EFE
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Por Santiago Aparicio
