No solo de vacas sagradas de la elegancia como Carolina Herrera vive la Semana de la Moda de Nueva York y este año se pone más pop que nunca con la colección de ropa interior de Britney Spears y la participación de la omnipresente Miley Cyrus en una edición en la que debuta el español Etxeberría.
Para bien o para mal, la Semana de la Moda de Nueva York, que se celebra desde mañana hasta el día 11 de septiembre, es la más desenfadada de las grandes y para evitar competir con la elite «fashion» de París o Milán, no duda en potenciar el reclamo mediático dando pábulo al intrusismo.
A Victoria Beckham le salió bien la jugada en 2008 y seis años más tarde va camino de tener más éxito como diseñadora que como cantante.
Este año quieren seguir sus pasos Britney Spears, aunque entrada en la ropa interior y pijamas, y Miley Cyrus, que promete volver a llamar la atención con su colaboración con Jeremy Scott para Mochino.
Entre medias queda la tenista Serena Williams, que combinará sus aspiraciones en el Abierto de Estados Unidos con la preparación del desfile para el día 9 de septiembre, un día después del desenlace del torneo.
Todas ellas, eso sí, serán programadas fuera de las pasarelas oficiales que ocuparán las inmediaciones del Lincoln Center en esta edición primavera/verano 2015 en la que la presencia española crece un poquito más gracias al diseñador Roberto Etxeberría.
Nacido en Eibar en 1976, Etxeberría completa la familia que forman el veterano Custo Barcelona, la firma barcelonesa Desigual, que suma su tercera edición y desfila la primera jornada, Pedro del Hierro, con diseños de Carmen March, y el más cercano a la alta costura de todos ellos: DelPozo, siempre bajo la finísima creatividad de Josep Font.
Pero por muy abierto a la sangre fresca que parezca el mundo de la moda, nadie duda que el dominio hermético y veterano de los nombres que hicieron que Nueva York se estableciera como una de las capitales de la elegancia en las clases altas del Upper East Side.
Ellos son, en el frente latino, Carolina Herrera (que además hoy recibe el premio del Consejo de Diseñadores de Estados Unidos) y Óscar de la Renta. En el frente local, Ralph Lauren, Donna Karan y Calvin Klein (aunque el director creativo sea un brasileño, Francisco Costa).
Finalmente, en el frente europeo, la belga nacionalizada estadounidense Diane Von Fürstenberg, este año con el morbo de ver cómo debuta como director creativo Michael Herz.
Como reclamo extra entre los titanes, Versace, que nunca desfila en Nueva York, abre su línea «hipster» Versus Versace, con Anthony Vaccarello como diseñador, y ofrecerá la que promete ser la fiesta de esta Fashion Week.
No faltarán los diseñadores bendecidos por la primera dama de EE.UU., Michelle Obama, como Narciso Rodríguez, Jason Wu y Thakoon, al igual que Alexander Wang y Altuzarra, niños mimados de Anna Wintour, la directora de Vogue en Estados Unidos y poder en la sombra de esta pasarela.
Las grandes esperanzas de la nueva moda estadounidense, Proenza Shouler, Rodarte y Rag & Bone, seguirán afianzando su trayectoria, mientras el colectivo latino sigue creando su propia aristocracia, con Ángel Sánchez, Carlos Campos y César Galindo a la cabeza.
La pasarela de Nueva York ha sido muchas veces acusada de ser lo más parecido a un escaparate viviente y, lejos de amilanarse, la organización volverá a dar puestos de honor al superventas Michael Koors, a la quintaesencia de la juventud boyante de Tommy Hilfigher, a la reina de los vestidos de novia Vera Wang y el eterno cocodrilo de Lacoste.
Y, como de costumbre, el encargado de cerrar la Semana de la Moda será el talentoso Marc Jacobs, que se presenta por partida doble, como siempre: con la línea que lleva su nombre, más sofisticada, y la más experimental pero a menudo más interesante y «accesible», Marc by Marc Jacobs. EFE