Irak aprueba un nuevo Gobierno mientras EEUU amplía su ofensiva

Foto de Archivo: La República.

Bagdad, 8 sep (EFE).- El Parlamento iraquí aceptó hoy a la mayoría de los ministros propuestos por el jefe de Gobierno, Haidar al Abadi, mientras que Estados Unidos amplió su ofensiva contra el grupo extremista Estado Islámico (EI) en el país.

Los diputados también eligieron a los vicepresidentes del país, entre los que destaca el primer ministro saliente, el chií Nuri al Maliki, que tras fuertes presiones el mes pasado cedió el cargo a Al Abadi, designado por el presidente del país, Fuad Masum.

Los otros vicepresidentes son el anterior presidente de la Cámara, el suní Osama al Nuyaifi, y el antiguo primer ministro Iyad al Alaui (chií).

El Gobierno quedó integrado por representantes de distintas corrientes, en un intento de buscar la unidad política y poner fin a la crisis.

Fueron designados como viceprimeros ministros el diputado Bahae al Arayi, perteneciente a la corriente del poderoso clérigo chií Muqtada al Sadr; Saleh al Mutlaq, destacada figura suní del bloque suní Al Arabiya; y el dirigente kurdo Hoshiyar Zibari, hasta ahora titular de Exteriores.

Sin embargo, las carteras de Defensa e Interior seguirán vacantes debido a las discrepancias en torno a los candidatos, aseguró Al Abadi, que propondrá nuevos nombres al Parlamento en una semana.

Esta falta de consenso puede debilitar al nuevo Gobierno en un momento crítico que coincide con los combates contra el EI.

En su discurso ante el Parlamento, el primer ministro dijo que como asuntos prioritarios se ocupará de los refugiados iraquíes, acelerará la lucha contra el Estado Islámico y reconstruirá las viviendas dañadas por los combates.

Además, prometió prohibir las milicias en el país y limitar el uso de las armas para que solo estén en posesión de las fuerzas estatales, al tiempo que se mostró dispuesto a zanjar los asuntos pendientes con los kurdos y promover la descentralización.

El Parlamento dio luz verde al programa de Gobierno de Al Abadi, que insistió en la necesidad de recabar apoyo internacional para combatir al EI.

Mientras, Estados Unidos bombardeó por primera vez la ciudad de Mosul, la segunda del país, que cayó el pasado 10 de junio en manos de los yihadistas, que declararon después un califato en las áreas bajo su control en Irak y Siria.

Fuentes de la seguridad confirmaron hoy que aviones estadounidenses atacaron dos posiciones yihadistas en la ciudad de Mosul, que hasta ahora solo había sufrido ataques aéreos del Ejército iraquí.

Es la primera vez que Estados Unidos lleva a cabo bombardeos dentro de Mosul desde que el 8 de agosto decidiera iniciar la ofensiva para frenar el avance de los radicales hacia Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán.

Hasta ahora, esos ataques se habían limitado a lugares de la provincia de Nínive, como la presa de Mosul o las localidades de Majmur, Sinyar o Zemar, en apoyo de las fuerzas kurdas e iraquíes.

Otro de los puntos calientes en los que EEUU también ha comenzado a intervenir está la presa de Hadiza, ubicada a unos 260 kilómetros al oeste de Bagdad en la provincia de Al Anbar, un feudo insurgente.

Allí, las fuerzas iraquíes tratan de evitar que el control de la presa pase a manos de los yihadistas, lo que supondría una amenaza para otras partes del país como Bagdad o el aeropuerto de la capital.

La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, señaló en un comunicado que esa instalación representa la segunda mayor fuente de energía hidroeléctrica del país.

Su destrucción o la liberación de agua, explicó, crearía una inundación que potencialmente presentaría una «amenaza catastrófica a miles de iraquíes en el valle del Éufrates».

Al norte de la capital, en la provincia de Saladino, al menos 14 personas murieron y 170 resultaron heridas en un triple atentado en la localidad de Al Duluiya, cercada por el EI desde hace dos meses.

Los atentados estuvieron seguidos por violentos enfrentamientos que dejaron muertos entre los combatientes extremistas. EFE

Más relacionadas