El equipo de Quinteros puso la posesión y el ritmo. Presionaron bien, la marca fue pegajosa y las transiciones rápidas. Mena, Bolaños y compañía, hicieron de las suyas. Buen intercambio de posiciones, las ideas sobraron. River fue peligroso cada que corrió por las bandas, Narváez y Bagüí terminaron siempre demasiado jugados cuando acompañaron en ataque. Dreer fue fundamental, el arquero argentino siempre está presto a cortar cuando queda solo en el mano a mano.
El tanto de Emelec nació de la astucia de Miller Bolaños que se la dejó bien puesta en el área a Ángel Mena que, sin egoísmos, le cedió la conquista a Marcos Mondaini que entró y pescó para poner el 1 a 0 en el Capwell. El primer tiempo se fue con la intensidad de Emelec y lo mojigato del equipo uruguayo que fue picante cuando corrió la cancha.
En la segunda mitad, Emelec arrancó con la misma hambre. El ‘Ballet’ salió por las bandas y acosó continuamente a una defensa compacta que jugó siempre bien unida. Tanta insistencia sirvió al final. Centro recortadito al área y Miller presto para definir y cantar su revancha. Gol de desahogo para el centrocampista azul que la pasó mal durante el Clásico del Astillero.
Justo cuando Emelec estaba a tiro de marcar la tercera, una mano dudosa de José Luis Quiñónez causó la sanción de un tiro penalti. Michelle Santos se colocó tras la redonda y engañó completamente a un Dreer que se la jugó al palo de su mano izquierda. Descuento y preocupación en el Capwell.
El partido terminó con la fe de Emelec que se lanzó por el tercero. Los pupilos de Quinteros sintieron el golpe del descuento y perdieron la cabeza. Centros desprolijos y oportunidades fallidas. El 2 a 1 no convence, pero es algo. Dentro de una semana, el campeón ecuatoriano decidirá su suerte en Montevideo.
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Fotos: API/ Marcos Pin.