Correa: «Debe ser broma de mal gusto» que EEUU declare como «amenaza» a Venezuela

Foto de la Presidencia de una reunión que mantuvieron, en enero de 2015, el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, en Beijing.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo creer que se trate de una «broma de mal gusto» que el Gobierno de Estados Unidos declare a Venezuela como una «amenaza» y dijo que esa posición de Washington recuerda las horas más oscuras de América Latina.

El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró ayer una situación de «emergencia nacional» por el «riesgo extraordinario» que supone la situación en Venezuela para la seguridad de EEUU, y ordenó que se implementen las sanciones aprobadas recientemente contra funcionarios de ese país suramericano.

Correa, en su cuenta de Twitter, expresó su incredulidad por la «Orden ejecutiva de Obama declarando a Venezuela ‘inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional de EEUU’ y estableciendo el estado de emergencia nacional para enfrentar esta ‘amenaza'».

«Debe ser una broma de mal gusto, que nos recuerda las horas más oscuras de nuestra América, cuando recibíamos invasiones y dictaduras impuestas por el imperialismo«, replicó el mandatario .

«¿Entenderán (en EEUU) que Latinoamérica ya cambió?», se preguntó el presidente ecuatoriano en un claro respaldo al Gobierno de su colega venezolano, Nicolás Maduro.

Justamente, el mandatario venezolano aseguró ayer que el presidente Obama «ha dado el paso más agresivo, injusto y nefasto que jamás se haya dado contra Venezuela».

En una declaración desde el Palacio de Miraflores, acompañado de todos los miembros de su Gobierno y el alto mando militar, Maduro aseguró que «el presidente Obama, representando a la elite imperialista de los EEUU, ha decidido pasar personalmente a cumplir la tarea de derrocar mi Gobierno e intervenir Venezuela para controlarla desde el poder estadounidense».

Obama -dijo Maduro- ha decidido «meterse en un callejón sin salida» y que se le recuerde en el futuro como a Richard Nixon, a quien responsabilizó del golpe contra el expresidente chileno Salvador Allende, o como a George W. Bush, a quien culpó del golpe de 2002 contra el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez.

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