Vinicio Carvajal, el policía sentenciado por atentar contra Correa el 30S, sale de la cárcel

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El policía nacional Vinicio Carvajal abandonó este miércoles la cárcel 4 de Quito, donde cumplía una condena de 12 años de reclusión después que fue declarado culpable de tentativa de asesinato al presidente de la República Rafael Correa, durante la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010.

Carvajal fue beneficiado por el indulto que firmó el mandatario el martes en el Decreto Ejecutivo 652 en el que se señala que este beneficio se da luego de que el policía «mostró su arrepentimiento y ha solicitado sus disculpas a todas las personas perjudicadas por los actos cometidos».​

La boleta de excarcelación del Tribunal Séptimo de Garantías Penales llegó a la cárcel 4 al mediodía del miércoles y los trámites para la liberación se concretaron a las 16:30, según un vocero de ese centro.

Vinicio Carvajal, que fue capturado en Latacunga en diciembre de 2013, tres años después de los hechos del 30S, ha permanecido un año y tres meses en prisión. Fue involucrado en el proceso por el Fiscal Gustavo Benítez, quien mostró como prueba de su participación una foto publicada en un medio de prensa escrita en donde se observa a un agente que parece a punto de disparar hacia donde se encontraba un piquete de militares que resguardaba a Correa, tras ser rescatado del hospital de la Policía. Carvajal siempre ha sostenido que el de la foto no es él, y que él no estaba en el lugar de los hechos ese día.

Luego, Carvajal optó por acogerse al silencio.

Antes de Carvajal, el acusado era otro policía, un cabo de nombre Johnny Casalombo Mantilla, de 37 años, quien permaneció tres meses en prisión, acusado por el mismo Fiscal Gustavo Benítez, y a órdenes del mismo juez, Franz Valverde. El Fiscal acusaba a Casalombo basándose en un video, en el que se veía a un hombre enmascarado arengando a disparar en contra del Presidente. En el proceso se demostró que el 30 de septiembre de 2010, Casalombo había estado internado en un Hospital de Ventanas, convaleciendo de un accidente de tránsito que había sufrido el día anterior en esa localidad y en el que se había fracturado una pierna.

Casalombo tuvo que ser exculpado.

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Tres días después, el Presidente Rafael Correa arengó a la policía, durante el Enlace Nacional, a capturar al uniformado que se se ve en videos y fotografías supuestamente arengando a disparar en su contra. Tres meses después, los agentes capturaron en Vinicio Carvajal, en Latacunga, y lo acusaron de los mismos cargos que antes a Casalombo.

Los otros cinco policías, de los seis que fueron sentenciados a doce años de reclusión por el delito de intento de magnicidio en los hechos del 30S, rechazaron la posibilidad de disculparse y recibir el indulto del presidente Rafael Correa, como lo planteó el propio Correa en septiembre de 2014. Uno de los abogados de los policías, Aurelio Garófalo, sostuvo que  aquello sería reconocer que sus defendidos cometieron un delito. El único que sí estuvo dispuesto a pedir disculpas fue Vinicio Carvajal.

Los otros cinco policías siguen presos.

El 30 de septiembre de 2010, una protesta de policías por asuntos salariales derivó en un alzamiento de proporciones en el que el presidente Correa fue agredido y tuvo que refugiarse en un hospital de la institución del orden.

El mandatario, que había acudido al lugar de la protesta para hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales, y terminó a gritos desafiando a que lo maten, fue rescatado en una operación militar desarrollada esa noche en medio de un intenso tiroteo.

Correa consideró que en esa jornada, en la que fallecieron unas diez personas, hubo un intento de golpe de Estado en su contra, instigado por grupos de oposición y “malos oficiales” de la Policía.

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