El jefe de ministros argentino, Aníbal Fernández, calificó este viernes de «anacrónicas» las críticas lanzadas por el arzobispo de Tucumán (zona norte del país), Alfredo Zecca, contra el aborto no punible o la fertilización asistida e invitó a pensar más en lo que está diciendo el papa Francisco.
«¿Por qué no piensa un poquito este arzobispo las cosas que está diciendo el papa en Latinoamérica?», se preguntó hoy el jefe de Gabinete, durante su contacto diario con los medios.
Zecca puso ayer la nota polémica de las celebraciones del 199 aniversario de la Independencia al preguntarse durante el Tedeum «de qué pluralismo y democracia se habla» en Argentina cuando, según él, «se convierte automáticamente en enemigo al que con todo derecho discrepa», además de criticar duramente el aborto y la fertilización asistida.
«Se está intentando imponer protocolos de aborto y de fertilización asistida absolutamente inaceptables porque violan el elemental derecho a la vida y a seguir la propia conciencia», acusó el arzobispo tucumano, horas antes de que la presidenta Cristina Fernández aterrizara en Tucumán para encabezar los actos oficiales en el lugar donde se declaró la Independencia en 1816.
En respuesta, el jefe de ministros invitó hoy a Zecca a prestar atención a las posiciones del papa Francisco, que se encuentra en medio de una gira por Ecuador, Bolivia y Paraguay, y rechazó las críticas por considerarlas anacrónicas y de «desconocimiento profundo de lo que sucede en el mundo» y en Argentina.
«Qué orgullo tener un papa argentino que tenga el coraje de decir las cosas que está diciendo y el arzobispo de Tucumán se planta en un tema en donde él pretende ponerle cosas en la cabeza a los otros y criticarlos porque son plurales y democráticos y no lo es cuando manda a los cristianos a quejarse de los otros», sostuvo Aníbal Fernández.
El funcionario acusó a Zecca de hacer oposición al Gobierno cuando afirma que la Iglesia es «atacada» y «agraviada» y pide a los cristianos «reaccionar».
«Él está haciendo lo mismo que está denunciando: resulta que los que discrepamos con su manera de pensar, la mía es muy clara, ya nos convertimos en enemigos. ¿Por qué los cristianos debieran atacarme porque yo pienso distinto?», razonó. EFE (I)